Que aunque circularon versiones de un supuesto motín en el penal de Tepexi de Rodríguez, únicamente se trató de una manifestación de reos por algunas inconformidades, donde personal de la Secretaría de Seguridad Pública atendió las demandas y se sabe que incluso hubo reubicación de internos, descartando cualquier escenario de violencia mayor. Recientemente hubo relevo en la dirección del penal de mediana seguridad, por lo que el nuevo titular está bajo evaluación para garantizar el buen funcionamiento del reclusorio ubicado al sur del estado.
Que las intensas lluvias del fin de semana dejaron su huella en la zona metropolitana, con apagones en varios puntos, incluyendo nada menos que los corredores comerciales de Angelópolis. El corte de energía paralizó por algunos minutos a negocios y actividades que dependen del suministro eléctrico. Y como ya es costumbre, el tiempo de respuesta para restablecer el servicio tardó más de lo esperado, recordándonos que la tormenta más fuerte no siempre viene del cielo, sino de la lentitud para atender las crisis.
Que lo ocurrido en el estadio Cuauhtémoc, donde el terreno de juego quedó convertido en un lodazal por las fuertes lluvias, puso en evidencia la urgencia de intervenir el sistema de drenaje del inmueble. Sin embargo, la previsión ahora se volvió emergencia, pues deben priorizar trabajos de mejora pluvial y renovación del césped, con una inversión inicial de poco más de dos millones de pesos, mientras que el Club Puebla aportará maquinaria y mano de obra. Todo con el objetivo de cumplir los estándares de la FIFA rumbo a la Copa Mundial de 2026 y garantizar la seguridad de los jugadores.
Que mientras el PRI abría la puerta del diálogo, el PAN ya la había cerrado y hasta puso el seguro. Resulta que Juan José Castro, el actual dirigente estatal del tricolor, volvió a sacar la “vajilla del pacto” y puso la mesa para un reencuentro con el panismo, como si no hubieran pasado ya suficientes capítulos de esa telenovela política. La propuesta sonó más a intento de reconciliación entre viejos socios que a una visión de futuro para el electorado. Pero el líder panista, Mario Riestra dejó claro que ese arroz ya se coció y hasta se quemó.