Cultura

La guerra más famosa del mundo

La flotilla de ayuda que partió de Barcelona a Gaza. Reuters
La flotilla de ayuda que partió de Barcelonaa Gaza. Reuters


Hace semanas zarpó del puerto de Barcelona una flotilla rumbo a Gaza. Su objetivo: llevar bastimentos y señalar los destrozos de una guerra desigual que es, con diferencia, la más mediática de las 56 guerras activas que hay en el planeta.

¿Por qué va una flotilla rumbo a Gaza y no rumbo a Sinkiang,  donde el gobierno chino ejecuta, lejos de las pantallas y sin respuesta en las calles de Occidente, un genocidio, este sí de libro, contra el pueblo Uigur, que asciende a cientos de miles de víctimas? Más de un millón (Council of Foreign Relations). A los uigures, cuando no los matan, los encierran en campos de concentración donde los torturan, los violan, esterilizan a las mujeres y les quitan a sus hijos. 

¿Por qué no va la flotilla a Sudán donde, a causa de la guerra, tiene lugar la crisis humanitaria más grave del mundo? Doce millones de personas desplazadas y 150 mil muertos, de acuerdo con el enviado especial de Estados Unidos, Tom Perriello.  

¿Por qué nadie habla de estas guerras que podrían competir perfectamente con la guerra más famosa de todas? Muy sencillo: porque en aquellas no hay judíos. 

Los marineros de la flotilla no serían bien recibidos en la tierra que pretenden ayudar, porque hasta el mejor portado infringe la sharía que impera en Gaza. Y lo mismo pasaría con los colectivos pro palestinos que toman las calles de Occidente. Más misterioso todavía es el pro palestinismo del colectivo LGBT+, que en la franja no duraría ni la víspera. Tendría más posibilidades de sobrevivir ahí un señor conservador de derechas. Vaya paradoja.

Parece absurdo defender, de manera tan locuaz, a alguien que te quiere aniquilar pero, bien visto, no lo es tanto. Más allá de la obvia compasión por las víctimas palestinas que los invita a salir a la calle, hay un componente que hermana a los gazatíes con los activistas pro palestinos, que en Palestina serían el enemigo: ambos detestan los valores tradicionales de Occidente, son rabiosamente anticolonialistas, tienen sus estándares de pureza ideológica y sus imames que los vigilan. Y ya se sabe: el enemigo de mi enemigo termina siendo mi amigo.


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Jordi Soler
  • Jordi Soler
  • Es escritor y poeta mexicano (16 de diciembre de 1963), fue productor y locutor de radio a finales del siglo XX; Vive en la ciudad de Barcelona desde 2003. Es autor de libros como Los rojos de ultramar, Usos rudimentarios de la selva y Los hijos del volcán. Publica los lunes su columna Melancolía de la Resistencia.
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