A Alberto Ontiveros
La identidad étnica es una piel gemela de la identidad lingüística: yo soy mi lenguaje.
Hasta que pueda sentirme orgullosa de mi lenguaje, no podré sentirme orgullosa de mí misma.
Gloria Anzaldúa
Si a mujer se le agrega alguna otra diferencia la catástrofe es inaudita. Así supe yo misma, y otras como yo, que sexo+ideología+color podía ser destino trágico al igual que clase social+color+identidad sexual; el abismo en donde se hunden las palabras y la lengua no basta.
Gloria Anzaldúa (1942-2004) hizo de sus carencias para la sociedad blanca, ojosblancos nombra Valeria Iuselli, el arco por donde pasear sus cantos, sus diatribas, sus relatos, de lo cual poco tenemos en español aunque ella fuera mexicana.
Nacida en Texas, perteneciente a cinco generaciones anteriores de la misma laya, había perdido su lengua natal, su tierra natal, su índice de cerros y desiertos, a los cuales dejó de nombrar en español. Pero también, en tanto mujer, negra, lésbica, debía encontrar la voz que enterrada dentro de ella, hubo de perder color y sonido, y desenterrarla.
Ella dice que cuando nació, su abuela le inspeccionó las nalgas en busca de la mancha oscura, la señal del indio o la mulata.Y se lamentó que hubiera nacido tan prieta. Y cuando creció su mamá le ordenaba: “No salgas al sol, si te pones más oscura pensarán que eres una india”. Y lo que es peor, agregaba: “No te ensucies la ropa, que van a decir que eres una mexicana puerca”.
A pesar de indicios tan demoledores hizo estudios universitarios, sintiendo en su organismo todas las formas de exclusión y menosprecio a causa de su raza, su sexo y su inclinación sexual. No obstante, nada de ello la apoca y comienza a balbucear sus primeros alegatos, su primera palabra autónoma nacida bajo la invocación de Nadie te va a salvar porque hay una mujer debajo de ella, una mujer sepultada y perdida y ella debe ir en su busca, debe salvarla. Acaso sea éste el único fin que se propuso a través de todas sus obras que son muchas, pero como dijera antes, lamentablemente no están traducidas al español.
Luego de su licenciatura ejerce por un tiempo su profesión de maestra hasta instalarse en Austin para hacer su maestría. Luego su doctorado. Mientras tanto escribe sin pausa alcanzando la fama con This Bridge Called My Back: Writingsby Radical Women of Color (1981), como co-autora. Antes se había instalado en California y trabaja entonces como catedrática en varias universidades del estado. Su escritura, crítica e incisiva, cuyos giros lingüísticos afilan más su contenido, siguen la misma temática con diversas ramificaciones, por años. En 1987 escribe Borderlands/la Frontera: The New Mestiza, el cual fue considerado uno de los mejores cien libros del siglo XX.
Sus vivencias de niña prieta, como la calificara su abuela, le inspiran seguramente su obra para niños donde la palabra Prietita se repite en sus títulos: Prietita has a friend de 1991, Prietita y la Llorona, de 1996. Para resurgir fuerte y rotunda en su autobiografía La prieta, también en inglés, y luego en español, en un libro cuyo título habla de su original manera de hacerse dueña de ese lenguaje entre inglés y español al mismo tiempo que propio por haberlo hecho suyo Esta puente, (sic) mi espalda: Voces de mujeres tercermundistas de los Estados Unidos donde la prosa se cambia en poesía y las culturas se funden en diversidad de voces y ceremonias, y el sexo se metamorfosea en la inquietante multiplicidad de los géneros.
Como los grandes filósofos y las librepensadoras de todos los tiempos, no cree en la perversa división binaria, y subraya el mestizaje, la new mestiza, porque cumple en romper lo blanco y lo negro, lo bello y lo feo. Y además, acaso lo más importante, porque la new mestiza, piensa de otro modo, se ha desprendido del coloniaje y busca rabiosamente con su lengua y sus actos el nuevo ángulo de visión que le permita un feminismo libre de ataduras coloniales. Desde entonces, ha obtenido muchos premios y distinciones.
Su verbo es tan macizo, su palabra tan contestataria que me cuesta elegir entre ellas, esas que perturban y se procesan durante años en nuestro organismo. Por ejemplo: Vivir en la frontera significa que tú/ no eres ni hispana india negra española/ ni gabacha, eres mestiza, mulata, híbrida/ atrapada en el fuego cruzado de los bandos/ mientras llevas las cinco razas sobre tu espalda/
O Me arrancaron la lengua (español) de la boca, y me dejaron sin voz.Me apartaron de los míos, me aislaron. Me chuparon la sangre-vida por mi papel de mujer criadora-la última forma del canibalismo.
Para finalizar, algo de su verbo esperanzador: ella piensa que el estirón entre lo que es y lo que debe ser, también nos incluye y que irse al fondo de sí mismo implica asimismo extenderse hacia el mundo. Así no inventa colores porque sí, sabe que cada noche miles de millones se acuestan con hambre y que todavía no puede resolver en sí misma eso de que escogemos lo que nos sucede.