En este 2020, la Unesco centra la conmemoración del Día de la Lengua Materna en los “idiomas sin fronteras”, y considera que los idiomas locales y transfronterizos pueden promover el diálogo pacífico y ayudar a preservar el patrimonio indígena. Esta organización internacional considera que hablantes de Kiswahili en África Subsahariana y de Quechua en American del Sur, por ejemplo, comparten una cultura común con las comunidades de los países vecinos.
Desde el 2000, en todo el mundo se conmemora cada 21 de febrero el Día Internacional de la Lengua Materna, porque la lengua en la que aprendemos nuestras primeras palabras, con la que expresamos nuestro pensamiento individual, es el cimiento biográfico y cultural de cada persona. La Unesco señala que en el mundo coexisten 7 mil diferentes lenguas, y que el respeto de todos los idiomas es un factor decisivo para garantizar la coexistencia pacífica, sin exclusión, de todas las sociedades y, dentro de ellas, de todas y todos sus miembros. Además, las lenguas maternas cumplen una función especial al aportar el material con el que se nombra y comprende el mundo por primera vez. Las lenguas maternas y la diversidad lingüística son fundamentales como elementos identitarios de las personas, y como fuentes de creatividad y vehículos de expresión cultural para la salud de las sociedades.
Es urgente que los gobiernos apliquen, tanto en los sistemas educativos formales y no formales, como en el marco de la administración pública, y de la impartición de justicia, las medidas destinadas a propiciar la coexistencia armoniosa y fructífera de las lenguas maternas, que nos lleven a preservar y promover contextos plurilingües respetuosos de todas las expresiones de la diversidad cultural.
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