Sociedad

28 de Septiembre

  • Criando Consciencia
  • 28 de Septiembre
  • Nadja Alicia Milena Ramírez Muñoz

Si mi madre hubiera tenido acceso seguro y gratuito al aborto, no estarán aquí leyéndome porque, verán, mi madre nunca quiso ser madre.

Ella quería ser actriz, quería la libertad, quería todo aquello que estaba mal visto en la sociedad y la época en la que le tocó vivir. 

Cuando mamá me tuvo no existían las mareas verdes, no existía tanta información sobre hombres narcisistas ni violencia estructural, no existía la tribu virtual como existe ahora así que mamá hizo lo único que podía hacer:

Me parió, me crio y trató de sobrevivir aplastada por la carga doméstica, económica y de violencia que la presionaba contra el suelo del edificio en la Roma, sin espacio para la alegría.

¿Qué por qué tuvo más hijos si no quería ni a la primera?

Bueno, intenta tú decirle al hombre que te manipula emocionalmente y te tumbó dos dientes que te ayude a conseguir un aborto. 

Intenta explicarle que tomas anticonceptivos no por puta sino porque no quieres seguir cargándote en tus sueños.

Mi mamá era privilegiada. Con familia adinerada, estudios y un pensamiento crítico desarrollado a base de arte y cultura, de sueños y anhelos. 

Mi mamá, sin embargo, estaba vulnerable y sola.

¿En verdad vamos a seguir negándole el derecho más fundamental a las mujeres? 

Al negar el derecho al aborto le niegas el derecho a la vida a todas las mujeres que quieren ser mucho más que madres, que quieren ser todo menos madres, a las que viven entre hambre y mugre, a las que conviven con su abusador diariamente, a aquellas para quienes un hijo es una cadena a la violencia de sus comunidades o sus hogares.

El derecho a la vida es lo más importante, coincido totalmente y pisotear el derecho a la vida de las mujeres con tal de dejar que un montón de células se desarrollen y nazcan con su propio derecho es una tontería y una cadena de crueldad que solo se justifica bajo el sistema patriarcal.

Yo daría mi vida con todo lo que conlleva, gustosa, si mi madre hubiera podido elegirse a sí misma.

Y así, el aborto no es más que una cuestión de empatía, empatía con la vida femenina que ya existe, no con la que es una potencialidad, potencialidad que debería ser generada únicamente por el deseo materno, no por presiones sociales o religiosas que lo único que buscan es perpetuar la esclavitud femenina a través del trabajo no pagado de los cuidados y el control de nuestros cuerpos.

Las madres sabemos que criar es una pesada carga en este mundo patriarcal, sabemos o intuimos que no debería serlo, pero lo es. 

Por eso habemos tantas madres luchando por la crianza digna y consciente, por el derecho al aborto, por el pago del salario a las mujeres que cuidan, por el reconocimiento de nuestro trabajo para el sostén del sistema económico que se financia desde la esclavitud de nuestros úteros y nuestro cariño. 

Las madres luchamos a favor de la vida digna para todas las mujeres y todos los niños y niñas, por ello el derecho al aborto libre y seguro es fundamental.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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