Los días me retan, como queriendo poner a prueba a la mujer que está segura de su vida y sus decisiones; como preguntándome si estoy lista para afrontar aquello que siempre quise tener”.
El anterior es un fragmento del libro Inevitable, publicado hace casi siete años por Libia Denisse García Muñoz Ledo. Viene a mi memoria particularmente en el primer minuto de este jueves, cuando con paso firme ella se dirige a encabezar su primer acto como gobernadora constitucional de Guanajuato: el cambio de mando, ante elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE).
Aunque en este tipo de relevos en el Poder Ejecutivo es común iniciar a la medianoche, resulta emblemático que las primicias del sexenio estén relacionado con la seguridad, que es el rubro más sensible para los guanajuatenses y a la vez el más urgente.
Ante el deterioro en el tejido social y en la calidad de vida a causa de la delincuencia, es en este ámbito donde de inmediato se exigirán, pero a la vez se agradecerán, resultados concretos y tangibles.
Siendo la primer mujer en encabezar el Poder Ejecutivo en esta entidad bicentenaria, Libia Dennise llega con un alto nivel de respaldo ciudadano, no solo entre quienes simpatizan o militan en alguno de los partidos de la coalición que la postuló, sino incluso en aquellos que comulgan con el régimen morenista, gracias al acercamiento y colaboración que Libia Dennise muestra hacia el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Y es que un sexenio costó darnos cuenta que el aislamiento y la falta de colaboración, entre niveles de gobierno, no reporta beneficios a los habitantes de Guanajuato, sino precisamente a las bandas del crimen organizado.
En seguridad, como en otros rubros prioritarios, las expectativas son muy altas, y no es para menos.
Ante la incertidumbre provocada por los cambios estructurales realizados a marchas forzadas a las instituciones del país, los guanajuatenses sabremos apreciar, en contraste, un rumbo claro y firme hacia la paz social y la prosperidad, sobre todo de los más desfavorecidos.
En el amanecer del Nuevo comienzo no hay margen ya para el error.
