Este ha sido un tema relevante para esta administración federal desde sus inicios, argumentos a favor y en contra de la misma abundan dependiendo el ángulo desde el cual se le mire.
La reforma eléctrica, conjuntamente con la de Minería y la de Hidrocarburos, conforman la Iniciativa de Reforma Constitucional en Materia Energética que el Presidente envió a la Cámara de Diputados el pasado 30 de septiembre del 2021, esto en virtud de que el decreto modificatorio de la Ley de la Industria Eléctrica enviado por el Ejecutivo en marzo de 2021 fue impugnado por inconstitucionalidad ante la Suprema Corte por la Comisión Federal de Competencia Económica y en mayo del mismo año quedó suspendida su entrada en vigor por parte de la SCJN.
Ante este escenario, el Presidente envió entonces la iniciativa de reforma energética, misma que se encuentra en revisión para su eventual aprobación en la Cámara baja y dado que el partido en el gobierno no cuenta con la mayoría aprobatoria, se ve difícil que la citada reforma prospere.
Estaremos pendientes de la revisión y en su caso de que la Suprema Corte rechace el decreto modificatorio a la ley, esta quedará definitivamente sin efectos y habrá entonces que estar pendientes de ver si Morena puede construir las mayorías necesarias, en donde al menos el PRI ya anunció que va en contra de la misma en su alianza Va por México que conforma con el PAN y el PRD.
Por lo pronto, ya la representante comercial de los Estados Unidos remitió la preocupación de su país en la que se manifiesta sobre el daño inminente a los inversionistas norteamericanos equivalentes a 10 mil millones de dólares en caso de que las reformas prosperen y se iniciarían las batallas en tribunales por violaciones a contratos y acuerdos comerciales en vigor.