Dentro de la necesidad que como seres humanos tenemos, transcurrimos el camino llamado vida desde la búsqueda de la felicidad, la paz interior y el desarrollo, y es por eso que acudimos a la ayuda de otros seres humanos o compañeros de viaje para que nos apoyen y puedan transmitir su sabiduría a fin de poder encontrar un sendero menos “empedrado” y sobre todo que ayude fuertemente a lograr los objetivos o metas planteadas.
Dentro de los acompañamientos personales entre personas existen la psicoterapia, coaching y la mentoría, que son las más conocidas y que por medio de otras personas apoyarnos para superarnos.
En contraparte en las organizaciones podemos encontrar, además de las últimas dos, estas herramientas que son la consultoría y la capacitación, siendo esta última en diferentes aristas como seminarios, talleres, diplomados y más.
Pero, en esta ocasión abordaremos el tema de la mentoría que en términos generales es una disciplina con personalidad autónoma, que fluye desde el conocimiento detallado en el mentorado (persona que recibe el acompañamiento del mentor) que es en resumen la transmisión de un conocimiento que el mentor a lo largo de los años, experiencias y porque no formación de, pone en práctica usando estos conocimientos empíricos o de experiencias de vida a fin de alcanzar los objetivos que el mentorado tenga en mente y con esto lograr las expectativas del solicitante.
Todo lo anterior resulta una breve explicación del mentorado, pero ¿de qué herramientas tiene echar mano el mentor si es que quiere dedicarse a tan interesante profesión?:
Primero como mentor debes de conocer la diferencia entre el conocimiento tácito o implícito y el conocimiento técnico o explícito.
El conocimiento implícito se compone de hábitos y aspectos culturales que difícilmente identificaremos en nosotros mismos, o en palabras de los autores Nonaka & Takeuchi (Teoría de la creación del conocimiento organizacional) es un conocimiento "informal, personal o social, difícil de comprender, ya que es poco visible y algo difícil de compartir por los medios tradicionales, este lo poseen los actores del contexto donde se desarrolla cualquier actividad humana (trabajo, estudio, logro de metas, etc) , de hecho es frecuente que también lo encontremos dentro de las empresas".
El conocimiento tácito, en contra parte, puede ser dividido en:
1. La dimensión práctica es aquella traducida a través de la expresión know-how (saber como)
2. El ámbito cognitivo que engloba modelos mentales, creencias, valores, esquemas y percepciones que influencian la forma de pensar y actuar de los actores, lo que en última instancia refleja la imagen de lo “qué es” la realidad y de lo “qué debe ser” el futuro.
Concluimos pues, que la mentoría convierte el conocimiento tácito en conocimiento explícito, si partimos de estos 4 sencillos pasos para generar la mentoría:
1. Hay que destacar la socialización (mostrar el conocimiento tácito) y esta se inicia generalmente con la creación de un campo de interacción entre mentor y mentorado. Este campo permite que uno y otro compartan sus experiencias y modelos mentales, mostrando el conocimiento tácito de cada persona.
2. Posterior a esto, el segundo paso es la exteriorización (de tácito a explícito) comienza de un diálogo estratégico, con la presentación de alternativas, donde se puede apoyar este paso con una metáfora o analogía apropiada que brindan al Mentor y al Mentorado construir el conocimiento tácito no identificado, difícil de comunicar de otro modo.
3. Como tercer paso, la combinación/asociación (de explícito a explícito) esta la lograrás con el establecimiento del conocimiento recién creado por mentor y mentorado, y el conocimiento que posee el mentorado, el cual se expresa en sus nuevas habilidades y cualidades, las cuales se saca provecho y, se materializan en un nuevo modelo de ser, estar, en los diferentes ambientes en los cuales interactúa.
4. Para finalizar, el ejercicio de interiorización (de explícito a tácito) es importante se ponga en práctica y que alimente el nuevo proceso vital del mentorado y que se origina, alimenta y desarrolla al poner en práctica ejercicios.
Como conclusión es necesario mencionar que la Mentoría es una disciplina con identidad propia, que no se puede confundir con las otras disciplinas de apoyo al Ser Humano y a su desarrollo, que le son complementarias, tales como el coaching, la consultoría, la docencia, etc., las cuales tienen su propia metodología.