Es casi un hecho que el próximo fin de semana, en el marco de la apertura del segundo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, se discuta en la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
El objeto de dicha iniciativa es modificar el sistema de administración de los fondos de ahorro de las aportaciones para viviendas de los trabajadores, algo así como 2.4 billones de pesos, con el objeto de que se apliquen, por medio de una empresa privada, en la construcción de vivienda económica para los propios trabajadores.
El punto aquí es que el gobierno federal por medio del Infonavit podrá utilizar esos 2.4 billones de pesos de la manera que quiera, ya que al sacarlos de la subcuenta del fondo de ahorro para vivienda de cada trabajador no hay la certeza de que se utilicen de manera correcta.
Ahora bien, también se ha dicho que el propio Infonavit se dedicará a construir casas, lo cual complica todavía más la situación, esto no es nada nuevo ya en el pasado el Infonavit construyó viviendas para los trabajadores y todo resultó en viviendas de mala calidad, mal ubicadas e incluso inexistentes, es una historia que los mexicanos ya conocemos.
Del mismo modo ha quedado claro, tanto en el pasado como en el presente, que el gobierno es muy mal administrador de empresas, el gobierno no se puede dedicar a actividades que por naturaleza corresponden a la iniciativa privada.
A principios de la década de los 80s del siglo pasado en México existían 1150 empresas de propiedad estatal mismas que iban desde la petroquímica, telefonía y minería hasta banca y consumo, lo que no aseguró una prosperidad mayor para el pueblo de México, hoy en día tenemos ejemplos claros en Mexicana y el Tren Maya de cómo el gobierno es pésimo administrador y no podemos permitir que ahora, el gobierno juegue a ser constructor con el dinero de los trabajadores. Queda la duda, de que ese dinero no vaya a parar en el uso de recursos públicos con fines electorales, lo cual es preocupante porque se utilizaría dinero que no es del gobierno, es dinero de los trabajadores, y de ahí que no haya margen para que el gobierno utilice estos ahorros del trabajador en otros fines que no sean de beneficio para el trabajador. Como diputada federal estaré muy atenta al debate que vendrá en los próximos días y los trabajadores pueden contar con que mi voto será a favor de sus intereses, tendrán un voto en contra de que se dilapiden sus ahorros.