Hace algunos años al inicio de la educación básica, una de las actividades consistía en ejercicios manuales repetitivos en el cuaderno de caligrafía, la finalidad era desarrollar la motricidad fina necesaria para aprender la escritura cursiva. Escribir a mano y lograr una buena y artística letra era motivo de satisfacción, incluso era tema de concurso.
La letra cursiva del latín “curro” que significa “correr” permitía una escritura ágil y además muy valorada por su diseño, en ocasiones muy artístico.
En nuestro país a partir de los años 70 se empezó a trabajar en el concepto de “letra de molde” que a la fecha sigue utilizándose, posteriormente el uso del papel y pluma o lápiz para la escritura a mano fueron desplazados por las pantallas y teclados, los cuadernos se sustituyen por las vías electrónicas y las cartas y mensajes llegan por internet, frecuentemente acompañados de una mínima expresión con una imagen alusiva a lo que se quiere transmitir, de esta manera se ha sustituido la escritura por medios alternativos de comunicación sin considerar la importancia que para la mente significa el escribir a mano ya que mediante esta modalidad se analiza, se piensa, se ordenan las ideas.
En el contexto actual, la tecnología marca las pautas para la forma de adquirir la información y para la comunicación, sumándose la urgencia y prontitud que la vida moderna impone, de tal suerte que en este contexto la escritura a mano no solo resulta obsoleta sino lenta.
Y es aquí donde viene la buena noticia, pues resulta que, investigaciones recientes sobre el funcionamiento cerebral y el arte de plasmar ideas mediante la escritura a mano, se llega al registro del desarrollo de conexiones neuronales, también el fortalecimiento de la memoria y el estímulo que se alcanza para procesos creativos. La doctora Audrey van der Meer (2024) neurocientífica de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega menciona “Hemos demostrado que, al escribir a mano, los patrones de conectividad cerebral son muchos más elaborados que al escribir en un teclado”Una opción para mejorar la concentración y la memoria en las jóvenes generaciones puede ser la escritura a mano, esta poderosa forma de expresión es además creativa, permite reconectar con nuestro pensamiento analítico beneficiando también la salud mental. ¡Intentémoslo!