Política

La espiroqueta de la chafaldrana, la sífilis y el estrés

  • Columna de Alberto Isaac Mendoza Torres
  • La espiroqueta de la chafaldrana, la sífilis y el estrés
  • Alberto Isaac Mendoza Torres

A mediados del siglo pasado, en México era común que cuando las personas llevaban sus autos a reparar se enfrentaban a que el problema era la espiroqueta de la chafaldrana, eso les decía el mecánico. Había que darle mantenimiento a esa pieza o si el problema ya era muy grave de plano había que cambiarla. Hay que recordar que me estoy refiriendo a un tiempo en donde no se pensaba muy fácilmente en el remplazo de las cosas (o personas), el remiendo era la única solución viable.

La espiroqueta de la chafaldrana era una pieza inexistente, pero que podía bien aplicarse para “explicar” fallas en el funcionamiento mecánico, eléctrico y quizá hasta estético de los automóviles. En la medida en que más aparatos eléctricos y electrónicos llegaron a la vida de las familias mexicanas, más común era su presencia causando dolores de cabeza. Pero a la vez también dando razones de la descompostura y mágica compostura de estos. A veces con un pequeño golpecito, una vuelta de tuerca, una limpieza y regreso a su lugar, los motores volvían a funcionar.

No sé de cierto cómo se hizo la cópula de estas palabras, espiroqueta y chafaldrana, pero me podría aventurar a dar alguna explicación a este mito urbano. La chafaldrana puede ser una derivación del adjetivo “chafa” que en México usamos para decir que algo es de muy mala calidad. El adjetivo puede volverse un verbo, cuando decimos “ya chafeó”, nos referimos a cosas como que ya no sirve: mi Tablet ya chafeó, es decir ya no funciona; su relación sentimental ya chafeó, es decir ya no están juntos. Concluyamos entonces conque la chafaldrana podría llamársele a algo que es de fácil descompostura.

Ahora bien, las espiroquetas son bacterias, largas, delgadas, en forma de hélice y móviles. La bacteria espiroqueta Treponema pallidum es la causante de la sífilis, una enfermedad de transmisión sexual que ya no es tan común en nuestra época, sin embargo, a principios del siglo pasado los médicos decían: “conozcan la sífilis en todas sus manifestaciones y relaciones, y podrán conocer todo lo clínico”. Esta frase es atribuida al médico canadiense William Osler, considerado por muchos como el padre de la medicina moderna. La sífilis era la causante de muchas complicaciones en la salud y la mayoría de los internamientos psiquiátricos se debía a lo avanzado de esta enfermedad. Hasta que la investigación médica la logró aislar y comprender las diferentes etapas de la enfermedad. Después de la aparición de la penicilina, que sustituyó al mercurio como método curativo, la sífilis ha pasado a ser un problema que es fácilmente curable.

Entonces podría tener sentido la frase espiroqueta de la chafaldrana. Así como antes todas las enfermedades se debían a la sífilis (causada por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum), en los motores, aparatos eléctricos y electrónicos, la falla tendría entonces que ser originada por una espiroqueta en la pieza más vulnerable: la chafaldrana.

A partir de la década de los cincuenta y con la sífilis controlada la medicina lanzó una nueva proclama: “la enfermedad mental es nuestro principal problema de salud”. Y así somos todos tratados. Claro que Sigmund Freud tuvo mucho que ver con esta realidad al convertir a la vida cotidiana o, mejor dicho, a los problemas de la vida cotidiana en una patología, es decir en una enfermedad. Recordemos uno de sus libros más leídos: “Psicopatología de la vida cotidiana”.

Seguramente en más de una ocasión que usted ha acudido al médico de familia, o al de la farmacia de su preferencia que para el caso es lo mismo pero más barato, aquejado de dolores de barriga, cabeza, o hasta musculares y óseos, se habrá enfrentado a que el causante de sus pesares, insomnios, estornudos, evacuaciones frecuentes, es el estrés.

El estrés se ha vuelto la espiroqueta de la chafaldrana de nuestros días, todo malestar, todo pesar, toda dolencia, se explica desde este concepto tan diferente al de su concepción original. Y como pasaba con los mecánicos hoy ocurre con los doctores, que esperan (y logran) que con una dosis suficiente de paracetamol todo se cure.

Quizá lo que le necesita la nueva espiroqueta de la chafaldrana, es decir el estrés, sea lo mismo que lo ocurrió a la sífilis, ser estudiada, delimitada y comprendida más allá de generalidades que lo único que logran es perpetuar la enfermedad.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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