La pandemia de coronavirus Covid-19 no sólo afecta la celebración de eventos religiosos de Semana Santa, sino también a quienes viven de estos, como los artesanos que desde hace 30 años elaboran figuras de palma para el Domingo de Ramos.
Alrededor de 400 artesanos de varios estados que venden cruces y figuras de Cristo hechas de palma en la plaza La Soledad, en la colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, ven con preocupación que a dos días de la celebración no han vendido ni el cinco por ciento de su mercancía, ya que los templos permanecen cerrados por la contingencia sanitaria.
En entrevista con MILENIO, Román Flores, representante de la Feria de la Palma en la Soledad, calificó como "fracaso" la vendimia de este año, pues hasta ahora solo se ha vendido entre el tres y el cinco por ciento.
Explicó que los artesanos vienen de las sierras de Puebla, Michoacán, Oaxaca, Estado de México y Tlaxcala, y que empieza a laborar sus productos seis meses antes de la celebración.
“Totalmente un fracaso para la gente: un desastre, ellos venían por algo de economía y no sucedió así”, dijo.
En un recorrido por la plaza de La Soledad no hay una sola artesana que no apele al gobierno para que les ayude.
“Nosotros estamos trabajando, estamos esperando, no tenemos venta, ni para comer. No hay clientela, aunque estemos aquí sentados, mire está vacío; las iglesias están cerradas, esto es un fracaso”, comenta Sofía Sebastián Rosales, artesana del Estado de México.
Marisela Méndez, originaria de Tlaxcala, lamenta que no haya gente en la plaza y se pregunta cómo podrá generar dinero para comer.
"Qué vamos a hacer para comer que venimos al día y venimos a ganar para que nuestros hijitos puedan comer”, mencionó.
Igual que el resto de los artesanos, Marisela prepara sus más de mil piezas con unos seis o siete meses de anticipación; teje las figuras de trigo y palma para que los católicos las lleven a bendecir el Domingo de Ramos.
"Somos pobres: yo no sé robar, pero con esto y se lo aseguro que todos los compañeros van a hacer lo mismo: me voy a enseñar a robar, porque tengo que llevar comida a nuestros hijitos.
"Llegamos desde el jueves y hasta ahorita nada se ha vendido nos están regalando en la iglesia para comer”, dice.
Marcelina Alfaro viene de la Mixteca oaxaqueña y enojada, comentó que trabajó todo el año para que haya de comer y ahora que llegó no vende las figuritas.
Ella llegó a la Ciudad de México con ocho cajas llenas de esa artesanía; 300 figuras en cada una de ellas, y ahora pregunta cómo va a regresar sin dinero.
“No he vendido, no hay ventas, no hay nada, no hay gente que compre”, afirma.
Otro de los afectados es Juan de la Cruz, quien viene de Toluca con cinco miembros de su familia.
“Ahorita no hay nada por la enfermedad que está. No hay nada, nada, nada lo que se dice nada, ahorita llevamos cuatro días y nada, hemos vendido como 200 pesos en cuatro días”.
FLC