Este domingo 2 de junio, los mexicanos tenemos una cita crucial con la democracia, se llevarán a cabo las elecciones federales más grandes en la historia de México, en las que elegiremos a nuestro próxima figura presidencial, gobernadores y otros cargos públicos. Como experto en salud pública y políticas de sistemas de salud, quiero resaltar la importancia de estas elecciones y cómo nuestro voto tendrá un impacto directo en las decisiones de salud que se tomarán durante los próximos seis años.
En estas elecciones históricas, la magnitud de los cargos a elegir significa que cada voto es aún más significativo. Ya sea que vote por un partido o persona en particular, lo más importante es que participe. Su voz y su voto son esenciales para fortalecer nuestra democracia y asegurar que las decisiones que afectan nuestra vida diaria, incluida nuestra salud, reflejen la voluntad del pueblo.
La salud pública es un pilar fundamental para el bienestar de cualquier sociedad, las decisiones que se tomen en este ámbito afectan a más de 127 millones de personas y determinan la calidad y la accesibilidad de los servicios de salud.
El financiamiento es esencial para mantener y mejorar los servicios de salud, los recursos destinados a la salud pública provienen del presupuesto federal y las prioridades de gasto son establecidas por el gobierno. Un voto informado puede ayudar a elegir a líderes que estén comprometidos con aumentar la inversión en salud, garantizar la transparencia en el uso de los recursos y promover una distribución equitativa.
La reciente pandemia de covid-19 nos mostró la importancia de una respuesta rápida y eficaz ante emergencias sanitarias. La capacidad de nuestro sistema de salud para enfrentar futuras pandemias y emergencias depende de la preparación y la planificación estratégica del gobierno. Elegir a líderes con una visión clara y un plan sólido para enfrentar estas situaciones es crucial para proteger nuestra salud y seguridad.
Este 2 de junio, al acudir a las urnas, pensemos en el impacto que el voto tendrá en la salud pública y en la calidad de vida de millones de mexicanos. Las decisiones que se tomen en los próximos seis años determinarán el rumbo de nuestro sistema de salud, la accesibilidad a los servicios, la respuesta a futuras emergencias sanitarias y mucho más.
No dejemos que otros decidan por nosotros. Salgamos a votar y participemos en este ejercicio democrático que es fundamental para el futuro de nuestro país. La salud de México está en nuestras manos y cada voto cuenta para construir un sistema de salud más justo, equitativo y eficaz.
