Cada tres años tenemos la oportunidad de elegir a nuestros representantes en el Congreso federal y local. Esos que supuestamente legislan por nosotros. A nivel federal, la nueva composición ha sido tema de preocupación. Morena obtuvo la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y se quedaron a tres curules para lograr lo mismo en el Senado, lo que les ayudará a lograr todos sus proyectos impactando de manera trascendente nuestro país. Tema para analizar como ciudadanos, para ver dónde podemos incidir más. Pero donde hoy me quiero enfocar es en nuestro Congreso local.
Hemos vivido estos últimos tres años con un Congreso paralizado por el pleito político entre el gobernador, sus diputados y la oposición liderada por el PRI y el PAN. Esta Legislatura quedará marcada por la falta de acuerdos, por el rezago de casi dos mil expedientes y por no cumplir con su tarea de trabajar por el bien de su comunidad, sino de ser representantes de sus líderes políticos. Es importante recordar que aunque su trabajo en teoría es de los más valiosos en nuestra organización política, su ingreso está por encima de todo criterio.
Siempre he estado de acuerdo en que los que se dedican a la función pública tengan un buen ingreso, pues necesitamos a los mejores, pero el caso de nuestros diputados es excesivo. Ganan 15 mil pesos menos que el Presidente y son de los mejores pagados de México con un sueldo mensual de 105 mil pesos, que dista mucho de cualquier otro profesionista como un doctor o abogado que ronda los 25 mil. Dejaron tantas leyes en el tintero y se van este 30 de agosto con un buen ahorro de por vida y una deuda para siempre con los ciudadanos.
Estamos a una semana de que arranque el nuevo Congreso, donde la mayoría no absoluta la tendrá la oposición PRI y PAN con 21 diputados; el resto se divide entre MC, con 10; Morena, con nueve; el PT y el Verde, con uno. No nos queda más que exigir un cambio radical en los nuevos, esos que fueron a buscarnos casa por casa para que les diéramos su voto. Necesitamos que se enfoquen en su trabajo, que sean valientes y se atrevan a dejar de lado el pleito que solo les interesa a sus líderes. Que ahora sí queden en la historia por otros motivos.