¡Bueno! No se espanten, a nadie se le va a dar un martillazo, solo que en esta ocasión le dedicaremos estas letras a “los subastadores”, que por cierto harán una gran subasta, donde se ofrecerán a la venta y obviamente al mejor postor, artículos muy pero muy importantes, que les serán de utilidad de seguro para manejar y administrar sus empresas, en aquel salón elegante lleno de gente de pipa y guante. Suena tres veces el martillo en el madero, y un señor gritando, ¡comienza la subasta!
El primer artículo de la tarde es un par de zapatos, estos traen incluidos “el liderazgo en todo su esplendor”, habilidades, destrezas, capacidades, actitudes y competencias, todas de un verdadero líder que los portó, un CEO de una compañía internacional muy grande; asegura de quien los porte será igual o mejor que él. Sale precio de venta a un millón de pesos, ¿quien da más? Millón 100, millón 200, 2 millones, 3 millones, yo doy 5, ¿quién dijo más? Vendido al señor.
Ahora se subasta esta hermosa cartera de piel, pero trae en su billetera una cartera de clientes potenciales muy interesante, sale a 500 mil pesos, ¿quién da más? Yo 600 mil, 700 mil, yo 950 mil, ¿quien da más? Vendida entonces; se oyen los martillazos de cierre de la venta.
Este chaleco hermoso elegante de algodón, que lleva implícito el conocimiento de un director de ventas, asegura que quien lo porte será un excelente director, sale a 800 mil pesos, ¿quien dijo yo doy más? 1 millón dijo la señora, 1 millón y medio se oyó por allá, doy 2 millones, ¿quién da más? Todos callaron, vendido; tas tas, tas, el martillo.
Esta bella camisa de lino egipcio puro, pero que trae implícito todos los softwares habidos y por haber que aseguran la buena administración del negocio, sale a la venta en 1 millón y medio, yo 1 millón 600, 1 millón 700, 1 millón 800, 1 millón 850, ¿quién da más, señores? Silencio; vendido entonces.
Ojalá todo fuera así de simple: compro, adopto, consumo, aplico y veo resultados; pero desafortunadamente, la cultura de cada quién la trae desde su formación, y ¡sí es posible aprender! Pero difícil. _
