La decisión de la no continuidad de Vicente Sánchez no se da luego de la eliminación frente al América, éste fue el pretexto y el modo perfecto para comunicar la determinación. La continuidad de Vicente Sánchez con Cruz Azul está en duda desde que tomó las riendas del equipo, derivado de un capricho del actual director deportivo, Iván Alonso, la presión de promotores como Fernando Pavón, quien trabaja desde hace mucho en el Cruz Azul, y de los asesores deportivos de Víctor Velázquez, a quienes no les llena el ojo.
Esto derivado de que Vicente Sánchez pidió de manera directa al presidente del equipo la oportunidad de no ser interino, sino el técnico del primer equipo, eso causó un divorcio entre cuerpo técnico y directiva irreconciliable. A pesar de tener una amistad de años, para Iván Alonso fue una traición brincarse su puesto y ahora no se cansa de señalar que a Vicente le hace falta manejo de grupo, temple y experiencia para encarar el proyecto, por ello no le ha levantando el pulgar y no se lo levantará, al grado de que semanas atrás se reunió con varios entrenadores para hablar de futbol y de proyectos y de algunas posibilidades para llegar a Cruz Azul, no sin antes arreglar su tema de manera directa con la presidencia del equipo en torno a la salida de Anselmi y el arreglo entre instituciones por los 3.5 millones de dólares, cifra que Iván conocía muy bien antes de la salida de Anselmi de Cruz Azul.
Con la confianza de la presidencia, asesores y toda la gente con la que trabaja Iván Alonso, el plan de sustituir a Sánchez se ha gestado desde semanas atrás, y ahora es cuestión de que inicie junio y termine su participación en la Copa de Campeones de Concacaf para dizque analizar la situación y comunicar la decisión, todo a raíz del ego del directivo ante el hambre del entrenador.
Almada es el bueno
Derivado de este tema de carácter irreconciliable, la directiva de Cruz Azul se ha puesto a buscar y analizar posibilidades para tomar las riendas del equipo, desde hace semanas en este mismo espacio dábamos cuenta de los nombres que estarían en la lista de Cruz Azul: Milito, un entrenador que embona perfecto con el proyecto al tener la misma idea de Anselmi, y que a últimas semanas ha sonado para todos los equipos que buscan entrenador, pero el que lleva mano para tomar las riendas y que desde la semana pasada adelantamos en diferentes espacios es Guillermo Almada, quien después del Mundial de Clubes dejaría al Pachuca y con quien ya han comido en dos ocasiones Iván Alonso y Víctor Velázquez, convirtiéndose en una opción muy interesante para el equipo.
Asamblea de fuerza y resistencia
En una semana habrá pasado la Asamblea de la Primera División, con muchos temas para analizar: la continuidad de Ivar Sisniega y Mikel Arriola en sus puestos, que para los fines de los dueños les funcionan perfectamente como escudos y directivos obedientes a las órdenes de la Asamblea; el Fondo de Inversión bien leído y con nuevos puntos; la posible invitación a clubes de ascenso para llegar a 20 equipos en el 2028, y la contabilidad de Juan Manuel Herrero al frente de la Comisión de Arbitraje, que a nadie tiene contentos ni satisfechos. Incluso al limpiar la casa con todo lo que huela a Juan Carlos Rodríguez podría ver la puerta entre ellos Víctor Manuel Aguado, quien ha llegado recomendado por sus viejos amigos.
Asamblea que podría marcar un hecho histórico y la ruptura de dos bloques del futbol mexicano que mucha falta hace y que es momento aunque el Grupo de los 8 (Pachuca, Chivas, Juárez, Tigres, Rayados, León, San Luis y Toluca) tendrán que sostenerse y aguantar la presión que desde hace semanas se ha ejercido y que seguramente explotará el 27 de mayo. Una Asamblea de resistencia y fuerza, ya que vienen muchos temas como la venta de derechos de la Selección Mexicana de Futbol.