Política

Socialismo populista necesitado de dinero capitalista

Cualquier política social termina siempre por toparse con un muro infranqueable: el dinero, señoras y señores.

La izquierda populista repudia el capitalismo pero lo necesita con urgencia para que sus estruendosos proyectos de nación puedan meramente sobrevivir. Eso, y no otra cosa, es el temprano decomiso de los bienes de los “ricos” cuando se instaura el comunismo, así sea que los despojos —eso son, en los hechos— se encubran de rimbombantes retóricas justicieras. ¿Qué necesitan los revolucionarios recién llegados al poder? Dinero. Y, ¿dónde están esos peculios? Pues, justamente en las arcas de los potentados y en las cuentas bancarias desde las cuales se exportan los recursos que el imperialismo le saquea a la noble y entrañable patria.

No dura mucho la requisición o, más bien, la receta no funciona eternamente porque, una vez que los bienes han cambiado de mano ya no hay de dónde seguir extrayendo caudales: esos rentistas a los que el régimen desplumó tuvieron a bien, desde un primer momento, afincarse allende las fronteras del paraíso socialista, las empresas que originalmente generaban ganancias han quebrado por la mala administración de los comisarios del Estado, las multinacionales que habían invertido en el país y que creaban empleo se mudaron a tierras más hospitalarias y, en fin, la gallina de los huevos de oro salió volando presurosa hacia otros horizontes.

Acabo, con el permiso de ustedes, de plasmar en un simple párrafo la causa de la estrujante pobreza de Cuba —o, digámoslo con más precisión, del pueblo cubano—. Ocurre, sin embargo, que ese modelo de sociedad sigue siendo digno de admiración para el régimen de doña 4T al punto de que en los discursos y arengas de sus adalides se ensalza al supremo líder castrista de la isla y, no sólo eso, sino que los dineros que tanta falta hacen aquí, en México, para atender apremiantes necesidades, se malgastan en pagar el trabajo esclavo de médicos que no necesitamos y en enviar barcos cargados de petróleo regalado.

El tema, con todo, no es la glorificación oficialista de un sistema dictatorial y empobrecedor: es la implementación, aquí, de estrategias que no promueven la inversión y la instauración, con la nefaria reforma judicial, de un régimen que no va a garantizar ya las certezas jurídicas que necesitamos todos, desde el ciudadano de a pie que afronta una arbitrariedad interpuesta por un inspector hasta una empresa a la cual se le pueda revocar un permiso de construcción, como ocurrió con la cervecera Constellation Brands, o aquellas a las que se les cancelaron concesiones para generar energía eléctrica.

Pero, sobre todo, la gran cuestión es la muy oscura aptitud de estos gobernantes para tirar el dinero en proyectos que no generan rentas —un aeropuerto que no se convirtió ni lejanamente en el gran centro regional de conexiones aeronáuticas, un tren sin rentabilidad, una refinería costosísima— siendo que la plata, contante y sonante, debería de ser lo que más les importara.


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
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  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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