La maquinación hecha por Morena para lograr el control sobre el poder judicial tiene por pretexto entregar al pueblo la decisión de nombrar el aparato operativo de la impartición de justicia y con ello también la vigilancia para que se cumpla lo establecido en la Constitución, (que en este caso es para que no haya ninguna dificultad y se deje pasar y hacer la voluntad unipersonal del jefe del movimiento) es decir, tener la manera de imponer la voluntad del ejecutivo, para así avanzar en los hechos por la ruta de una dictadura.
En el afán de construir un supuesto proceder democrático, disfrazando la toma de decisiones aparentemente en manos de la ciudadanía, inventaron un galimatías rae procedimental que cuando lo intentaban explicar se hacía evidente que ni ellos lo comprendían.
Como en la administración anterior privilegiando la lealtad al líder del movimiento Morena y no cuidado los perfiles, experiencia y competencia profesional y técnica, así como se caracterizaron los responsables de las secretarías y cargos de primer nivel, se lanzaron convocatorias y plazos para ocupar puestos del complejísimo mundo judicial que la experiencia de siglos ha demostrado la necesidad de una carrera larga y evaluada, exigiendo ahora mínimas características y cualidades.
Así, otra realidad se impuso, la poco informada ciudadanía del fondo y quehacer judicial, al que recurren los menos generalmente por algún conflicto o bien por efecto del algún crimen cometido intencional o accidentalmente, el cual requirió la intervención de ministerio público el cual lo canalizó al poder judicial en sus distintos niveles e instancias; amén de la pobre cultura cívica.
El resultado fueron pocos registros de candidatos a someterse a un amañado proceso de selección que incluye el infalible método de calidad: la tómbola o rifa de los suertudos finalistas electos a ciegas.
Lógicamente a pocas horas de vencerse el plazo, la asistencia no fue la esperada; pronto Morena echó a andar su estructura para que sus militantes se inscribieran y así poder por magia cantar el éxito de la cantidad inscrita al torpe mecanismo dispuesto.
Hecho lo anterior, sin ninguna fiscalización externa, dirán que hecha la selección planeada tienen a los finalistas obviamente afines a Morena, eliminando los supuestos inscritos.