Política

Recordando el origen del movimiento

  • De la utopía a la realidad
  • Recordando el origen del movimiento
  • Rafael Palacios

En los años ochentas había una represión de los gobiernos priistas contra todo aquel grupo o individuo que pretendiera hacer política contraviniendo al régimen, la hostilidad fue implacable, eran los tiempos más difíciles para la oposición y para la izquierda, esas realmente eran auténticas dictaduras camuflajeadas de democracia donde se atacaba con la fuerza del Estado, se encarcelaba, se torturaba, se desaparecía y se asesinaba a quienes eran activistas exigiendo democracia y justicia.

De ahí surgieron colectivos en todo el país que luchaban por desaparecidos y contra la represión del Estado, había quienes se proponían que la única forma de derrocar al régimen era con las armas, por la vía violenta debido a que el gobierno controlaba todo el aparato electoral y era imposible derrocarlo por esa vía democrática y pacífica; quienes andaban en la lucha estaban dispuestos a sacrificar su propia vida, sabían que eso implicaba el riesgo de luchar por un mejor país.

Desde entonces, se pensaba en asumir el poder inspirándose en países que habían logrado implementar un modelo de sociedad en el que hubiese valores y el colectivo fuera integrado por personas pensando en los demás de manera generosa y solidaria, fraterna, sin individualismos ni consumismos, una idea humanista en el que todas y todos tengan acceso a los derechos sociales y el Estado asuma su responsabilidad de otorgar oportunidades de desarrollo de manera universal y gratuita,

De ahí surgió el movimiento que fue consolidándose gradualmente, en resistencia permanente, los jóvenes que dieron su vida y con su ejemplo de lucha con una mística y una entrega a ideales libertario fueron inspirando a más jóvenes, su legado de pensamiento y acción revolucionaria delinearon las directrices ideológicas del movimiento, de conquistar el poder para servir, con vocación y humildad, con honestidad y siempre con la idea de mejorar las condiciones de vida de las personas y familias principalmente las más desprotegidas.

Esas eran las premisas que se trazaron para plantear el para qué se quiere el poder, ahora que se ejerce muy pocos de los que están en responsabilidades de gobierno, legislativas o partidistas desconocen realmente la historia de estos lineamientos, o bien aunque los conozcan traen la firme pretensión de hacer lo contrario porque simple y sencillamente no los sienten y menos los asumen, traen en su ADN la cultura priista de corrupción y lo que les importa es el poder y cargos que llevan implícito dinero y posibilidades de allegarse de beneficios económicos al amparo del poder.

Ahí entran todos aquellos que han incurrido en corrupción, que desde su espacios de poder desvirtúan y contravienen el origen y principios del movimiento, y que bueno se exhiban y se sancionen con todo el peso de la ley para que queden en evidencia que quienes claudican o traicionan no habrá impunidad, aunque lamentablemente sigue la inercia en las decisiones partidistas y de gobierno de preferir postular y designar en responsabilidades a personajes que traen la escuela o formación de aquel legado de corrupción segregando a quienes fueron parte de la lucha histórica.

Por eso hay tanta distorsión y claudicación desde el gobierno y espacios legislativos y partidistas, porque hay quienes ni siquiera tienen el compromiso político ni ideológico con el movimiento que hoy es gobierno, la única transformación que se proponen es la de su patrimonio y finanzas personales sin importar el provenir de la sociedad ni la consolidación del nuevo régimen.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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