Un diputado es elegido por la gente para representarla y hacer, modificar, eliminar leyes; es una de sus tareas, se le llama legislar. También tiene el encargo de cuidar el buen uso del dinero del pueblo, conocido como recursos públicos; eso es fiscalizar.
Otro deber de los que llaman representantes populares es llevar peticiones o necesidades de los habitantes que lo eligieron y/o representa; gestionar, le dicen a esa actividad.
Los diputados legislan, ya sea por iniciativa propia o por petición. Y eso es lo que hace más visible su desempeño, aunque en ello luego que lee cada cosa que parece ocurrencia.
El tema relacionado con la mujer ha sido una bandera utilizada para proponer cuanta cosa para apoyarla, cuidarla, empoderarla y hacerle justicia.
Hay tantas propuestas, algunas se ha materializado en agregados para leyes ya existentes, pero las y los diputados creen que aún hace falta por hacer.
Y seguro que sí, aún faltan acciones por realizar en materia legislativa, aunque hay otra facultad que un diputado parece no dedicarle tanta atención, como es fiscalizar, cuidar los presupuestos que autoriza.
Desde la abogacía se han manifestado por la propuesta de, en lugar de hacer más leyes, materializar las existentes, vigilar que se apliquen y exigir la rendición de cuentas de los funcionarios responsables de la eficiencia y eficacia de las instituciones financiadas por el erario. Visto de esa manera, los diputados que, a la menor provocación, con un micrófono enfrente, prometen más leyes y sanciones severas, son lo más parecido a un charlatán, vende humo, vuelatrenes… muy caros, por cierto, para el pueblo.
Una mujer es víctima de violencia emocional, económica y física. Que denuncie, obvio.
Lo hace, aunque signifique pedir permiso en el trabajo, se lo dan, pero sin goce de sueldo porque la casa pierde; faltan la ratificación, las copias, el abogado para que “mueva el expediente”.
Una empleada va al médico, quien le dice que hay algo raro en su seno. Hay que hacer estudios y ver un doctor especialista, dicen que el tiempo es vital para prevenir algo grave pero, ¿adelanta el descanso o pide permiso? Por supuesto que sin goce de sueldo.
En los anteriores ejemplos, apenas dos de tantos escenarios, ¿dónde están nuestros diputados? ¿En verdad tienen que ser tantos y caros? _