Sociedad

Tenía once años

  • Criando Consciencia
  • Tenía once años
  • Nadja Alicia Milena Ramírez Muñoz

Tenía once años, había salido al videoclub a una cuadra de mi casa para intercambiar unas películas por otras. 

Era domingo. Iba pasando frente a una casa antigua que lucía abandonada pero que tenía un letrero que anunciaba “ABOGADO” y un señor grande y panzón se me acercó amenazadoramente, tratando de agarrarme, mientras me decía que ahí dentro de su casa tenía películas más padres que las que yo llevaba.

Salí corriendo, le dije a mis papás y mi papá salió furioso a enfrentar a su “amigo”, porque sí, ese pedófilo era amigable con mi padre.

Tenía diecisiete años y me bajé del camión para caminar las tres cuadras que faltaban hacia la casa de mi mejor amiga, llevaba un vestido de verano, vestido que amaba con locura, la calle estaba vacía. 

No me di cuenta cuando una bici se me acerco por detrás y un tipo metió su mano debajo de mi falda tocándome la vulva con la mano empapada en alguna sustancia que me quemo la piel. 

Grité, corrí, y en casa de mi amiga lloré todo el rato, temblando.

Mi amiga me prestó ropa interior, un pijama y me ayudo a bañarme. En cambio, cuando más tarde mi novio fue a recogerme, me regañó por caminar sola “vestida de esa manera”

Tenía dieciocho años. Por la tarde, había ido a una comida familiar donde comimos hongos con queso, luego, fuimos a un antro mi esposo, mi cuñado y yo.

Llevaba alrededor de una hora en el antro cuando me empezó a picar toda la piel y se me empezaron a cerrar los pulmones, mi esposo me sacó del antro y me llevo de inmediato a la Cruz Roja. 

Ahí, él tuvo que esperar fuera. 

Yo no estaba borracha, pero aun así me quede paralizada cuando el enfermero/doctor/paramédico (desconozco que era) me metió la mano en la vagina mientras me inyectaba en la nalga con la otra mano. 

Luego, me volvió a subir la ropa interior y me acomodo el short que llevaba puesto y me sonrió. Si. Y yo no pude defenderme ni decir nada.

Salí temblando de la Cruz Roja y no pude contar lo que había pasado sino hasta el día siguiente. 

Ni siquiera se me ocurrió denunciar.

Además de estos asaltos violentos que afortunadamente (creo) puedo contar con los dedos, puedo relatar otro tipo de violencias sexuales más sutiles, como haber tenido mi primera relación sexual a los catorce con alguien que ya era mayor de edad y que me presionó emocionalmente, chantajeándome, para que cediera.

Este tipo de manipulación emocional la viví con todos mis novios, llevándola a un nivel tan violento que uno de mis novios me violaba pública y analmente constantemente, por lo que yo me la pasaba enferma de las vías urinarias y de infecciones vaginales.

Mama trato de protegerme mezclando el sexo con el amor, pero creo que al final me dejo completamente vulnerable a la manipulación sexual a través del chantaje emocional. 

Si queremos que nuestras niñas crezcan diferente y puedan defenderse de todo tipo de violencia sexual, sutil o no, necesitamos mostrarles como adueñarse de sus cuerpos y del placer, eliminar el mito de la virginidad, cortar de golpe con la idea de que el sexo es en pareja, hablar, sobre todo, sin miedos y sin trabas de nuestras experiencias, puede proteger a generaciones de jovencitas un mucho más que toda la educación sexual patriarcal que pretenden seguir enseñando en las escuelas.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.