Política

La libertad como ejercicio de derechos

La madrugada del 15 de septiembre es una fecha muy especial para todas y todos los mexicanos. Cada año, la celebración del aniversario del inicio del movimiento de Independencia es la fiesta más importante en el país, por todo lo que representa: libertad, identidad y amor a la Patria.

Por ello quiero compartir con ustedes algunas reflexiones a propósito de esta celebración que nos une y que es motivo de encuentro en las plazas públicas, y de reunión familiar y comunitaria, de norte a sur, y hasta los lugares más remotos de nuestra geografía.

Deseo referirme a la libertad como anhelo para construir sociedades más igualitarias y justas, y con pleno ejercicio de derechos. La nuestra estuvo sometida al dominio colonial durante más de tres siglos. Aunque el Padre de la Patria, el cura Miguel Hidalgo, fue fusilado en julio de 1811, a poco más de diez meses de iniciado el movimiento insurgente, esta lucha ya no se detendría, y correspondería al general José María Morelos y Pavón y demás insurgentes tomar el estandarte entre sus manos para darle sustento jurídico a lo que sería el Estado mexicano.

“Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales”, decía el artículo 15 de los Sentimientos de la Nación, documento leído en el Congreso del Anáhuac, y que es el primer antecedente de nuestro marco constitucional. En este documento se plasman, por primera vez, los derechos sociales. Ser libres y ser iguales, la aspiración de los habitantes de esta Patria nueva, que emergía del mestizaje como historia reciente y del encuentro doloroso entre dos mundos.

De estos acontecimientos han pasado ya más de 200 años, en el devenir de esta composición pluricultural, pluriétnica y multilingüística de lo que hoy es México, y sería bueno preguntarnos: ¿Qué tanto han cambiado nuestras vidas desde entonces? ¿Qué tanto hemos avanzado en el ejercicio de nuestros derechos? ¿Qué retos visualizamos hacia el futuro?

Desde nuestra encomienda al frente de la Secretaría de Igualdad e Inclusión, estoy convencida que el amor a la Patria debe encauzarse en esfuerzos transversales, para promover el desarrollo de quienes en Nuevo León siguen enfrentando condiciones de vulnerabilidad, para que sean incluidos y puedan ejercer plenamente sus derechos. Trabajar para que todas las personas puedan aprovechar las oportunidades que existen, sin dejar a nadie fuera, sin dejar a nadie atrás.

En este propósito se ha abonado en la nueva Constitución del nuevo Nuevo León, para garantizar la concurrencia del sector público, social y privado en el desarrollo con responsabilidad social (Art. 30); alimentación nutritiva, sana, suficiente y de calidad; vivienda digna y servicios de salud (Art. 35); educación de excelencia (Art. 33); una vida libre de violencia para las mujeres y las niñas (Arts. 5 y 50); bienestar físico, mental, emocional e inclusivo de la niñez, con énfasis en la primera infancia (Art. 36); preservar las culturas, lenguas, conocimientos y formas de organización de las poblaciones indígenas (Art. 38), así como acceso a una vida digna en las personas adultas mayores (Art. 37), entre otros.

Sobre cada una de estas prioridades hemos venido trabajando desde el inicio de este Gobierno, a través de la Nueva Ruta, que es nuestra estrategia de política social para atender las carencias en cinco vías (alimentación, salud, educación, vivienda, trabajo e ingreso), con acciones concretas a favor de la Primera Infancia, así como a través de la Comisión para la Inclusión y No Discriminación, como ejes principales.

En el marco de esta Comisión hemos avanzado, a través de un diálogo permanente con la sociedad civil, para convertir en políticas públicas las voces de los grupos prioritarios en materia de inclusión: personas indígenas y afrodescendientes; migrantes, refugiadas, desplazadas y retornadas; adultas mayores; personas sin hogar; personas con alguna condición de salud mental; personas con discapacidad; personas privadas de la libertad; personas con VIH y personas LGBTTTIQA+, entre otros.

Estamos obligados a cambiar la historia para abrazar nuestras diferencias y construir una sociedad más justa, inclusiva e igualitaria. Con los recientes datos que publicó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre Nuevo León, los cuales muestran una reducción en la pobreza extrema (50%) y en la pobreza (34%) en los últimos dos años, confirmamos que vamos por el camino correcto. No obstante, estamos conscientes que debemos acelerar el paso, porque estamos hablando de vidas y de familias, de comunidades enteras, que requieren que pongamos un piso parejo y seamos una sociedad incluyente, respetuosa y empática.

No descansaremos hasta que todas y todos en Nuevo León, sin distinción, puedan vivir con dignidad y en pleno ejercicio de sus derechos y sus libertades, como fue el sueño de Miguel Hidalgo y José María Morelos, de Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario, y de muchas otras mujeres y hombres que lucharon para darnos Patria y libertad. Nos sumamos a los millones de voces, hoy y siempre: ¡Viva México!

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Martha Herrera
  • Martha Herrera
  • Secretaria de Igualdad e Inclusión de Nuevo León
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