El interés por los asuntos públicos ha aumentado de manera considerable en las últimas décadas. Grandes grupos de población urbana se mantienen atentos a lo que ocurre y están recibiendo un gran cúmulo de información, no solo por medios tradicionales de comunicación sino a través de los medios digitales logrando un resultado incuestionable; los gobiernos cada vez menos pueden tomar decisiones de espaldas a la opinión pública.
Un aspecto fundamental en la credibilidad que mantiene el presidente Andrés Manuel López Obrador radicaba precisamente en honrar este rubro. “No mentirás” era una de las frases que había sido punta de lanza para el aterrizaje de la cacareada transformación que se esperaba sin mayores dificultades, sin embargo, la realidad ha sido puntual en exhibir(los) que en Palacio Nacional hay distintas visiones para algunas verdades. Y hay verdades a medias que no dejan de ser mentiras completas.
Las crisis no solo se manifiestan con terapias de shock y devaluaciones en la arena económica, 2019 termina con un nulo crecimiento lo que debería llenar de vergüenza a los responsables de la política económica cuyo optimismo contagió a López Obrador que andaba repartiendo cifras alegres del 4 por ciento, las crisis se manifiestan en expresiones de desconfianza y pesimismo en las capacidades del país para solventar sus requerimientos inmediatos, en el surgimiento de la discordia entre clases y grupos, ayudados, faltaba más, del micrófono mañanero, en la enconada búsqueda de culpables, del pasado obviamente, de crecientes recriminaciones, de exacerbación de egoísmos individuales o sectarios.
No hay nada que celebrar este funesto año que termina, claro quedó que el combate a la corrupción es harto selectivo. La 4T ha mostrado muy pocos resultados en las esferas que importan e impactan; economía y seguridad. Sin ambos naufragará la transformación ayudada por una errática política energética.
México y su desordenado gobierno deben prepararse para los peligrosos embates externos. Porque una cosa es la amenaza latente y otra muy diferente la peligrosa realidad.
Por la Mirilla
¡Felices fiestas!
@GomezZalce