Política

La ética y las elecciones

No se vale todo, solo lo legal.

Es evidente que la política tiene dos corrientes. La primera es la que definió Maquiavelo en su célebre libro sobre Tito Livio, donde dice cómo debe ser la política; pero después, ya veterano, escribió El Príncipe, que señala cómo la política puede ser y en ese texto describe que el fin justifica los medios, lo que mucha gente ha tomado para llevar a cabo actos inmorales, ilegales, no éticos, con el viejo concepto de que en la guerra y en el amor todo se vale, lo cual es un sofisma.

Este concepto de la ética va cercano a las tesis hegelianas de la síntesis, la antítesis y la contradicción, como fuentes para encontrar la verdad, y ahí es donde los procesos electorales tienen un barniz que les da la oportunidad de ingresar, si se juega correctamente, al mundo maravilloso de la política y la democracia, y muy inmoral, si no se toman en cuenta los factores de la oposición a una idea y menos aún los valores de la escala tradicional, que describe con tanta propiedad Alfonso Reyes en su Cartilla Moral, que esta régimen ha presumido y distribuido en toda la nación, por lo que yo espero que se apegue a los textos descritos por el Regiomontano Universal.

El baile ya comenzó y el Instituto Nacional Electoral ha estado muy tolerante con las irregularidades que las famosas corcholatas han hecho y con la pseudoverdad de que solo gastarán cierta cantidad de recursos, cuando los hechos contradicen esa afirmación, lo que también se ve aplastado por los sobrenombres que se le quiere poner a las campañas políticas de Morena, que ya están en efervescencia y que por más que se les quiera estigmatizar con otras palabras, significan un proceso popular para buscar el poder.

Ahí es donde está el conflicto, pues este último podrá encontrarse respetando los valores con un marco ético de referencia o destruyéndolos a través de tergiversar la ley, que es la norma suprema dictada por la razón para el bien común y que no puede interpretarse en forma personal, sino tal y cual es porque, aunque no les guste a muchos, la ley es la ley. Para eso fue hecha y para comunicar a los seres humanos entre sí y evitar la ausencia de un estado de derecho que permite irregularidades en los tratos interpersonales o sociales.

Otro tema que hay que insistir es el de la oposición misma que, en buena fórmula democrática, hay que respetar y no burlarse de ella o no respetar sus procedimientos internos, bajo el marco jurídico del Instituto Nacional Electoral, que para eso fue hecho y que ha funcionado adecuadamente, generando en los últimos tiempos el intercambio del poder en diferentes partidos políticos.

Yo creo que todos los partidos o grupos sociales que se interesan por conservar la democracia en México están bajo prueba, tanto los que quieren regresar al régimen de fuerza única, que caracterizó la postrevolución, como los que creemos en que la política es la ciencia-arte de servir, crear y propiciar el progreso.

Lo anterior respetando la opinión contraria y buscando no al personaje más carismático, más simpático o experto en comunicación, sino aquel que represente la sensibilidad popular con conocimientos que la era moderna exige para producir tesis permanentes de servicio al pueblo, que no deben utilizarse solo como fraseología, sino demostrarse con hechos y resultados, que son lo más importante.

Descartes: Pienso, luego existo… Me imagino que todo ser humano tiene dentro de su estructura consciente y subconsciente la alternativa entre el bien y el mal, la ética y la inmoralidad. Escoger lo bueno permite dormir tranquilo.


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Luis Eugenio Todd
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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