El proceso inédito que se llevará a efecto para elegir a más de 900 cargos entre jueces magistrados y ministros, ha sido duramente criticado por la oposición. Ahora en esta fase señalado de presentar un gran número de inconsistencias entre el registro de los aspirantes, como inexistencia de datos básicos como fecha de nacimiento, Curp, correos, registro federal de electores, entre otras observaciones que parecen menores y otras que se han dado dentro del propio organismo electoral, pero que se han subsanado y esto no afectará el inicio de la impresión, el 20 de febrero, de las 600 millones de boletas que se utilizarán en estos comicios, seis por ciudadano. Y ahí sí ya no hay vuelta atrás, pues los nombres de los más de 4 mil candidatos se plasmarán en la papelería.
La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, ha manifestado que el INE tiene que resolver cualquier falta de información o problema que exista. Además parece que hay mano negra, pues tres de las ministras, Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, que buscan mantener el cargo y que de acuerdo con la reforma pueden acceder en automático a las candidaturas, fueron excluidas de la primera lista que entregó el senado al INE para la elección judicial, y coincidentemente las tres son de las que han demostrado mayor prudencia y honestidad en sus resoluciones y se han opuesto abiertamente a Norma Piña. Sin embargo se percibió el error y fue subsanado, pero la pregunta es ¿fue un error o una eliminación de mala fe?, porque qué casualidad que las tres ministras que se oponían a Piña fueron rasuradas.
Pues dicen que el que mucho abarca poco aprieta, esto se refiere a cambios sucesivos en el corto plazo en que se involucra al Poder Legislativo; algunos afectan a los legisladores y esto puede provocar resistencias internas, como la eliminación de los plurinominales y las reelecciones legislativas, además del nepotismo, que es un asunto más amplio.
Sin embargo la presidenta Claudia Sheinbaum es una mujer inteligente y prudente que ha tomado las medidas necesarias para evitar o reducir resistencias, estableciendo que la reforma comience a aplicarse hasta el 2030, manteniendo este incentivo sobre todo a los aliados que pudieran salir perjudicados, y que esto los motive a apoyar estas decisiones, así esto no los afectaría para la elección intermedia del 2027, y en lo sucesivo solo a partidos que existen gracias a los plurinominales serán afectados.