Dentro del terreno de la literatura siempre hay que destacar lo calculador que se muestra en sus textos; es por ello que no extraña que acuda al cuento y la poesía. Le interesan la concreción y la exactitud -como es menester en estas disciplinas-.
También conozco su faceta como periodista, y en este ejercicio siempre ha sido sagaz y puntual; se trata de un observador que sabe cómo llegar hasta la médula de los asuntos. Aunque su personalidad es reservada, suele soltar dardos que dan en el blanco de la naturaleza de los temas.
Ahora enfrenta un reto de una naturaleza muy distinta, pues ha sido considerado para dirigir la instancia de cultura municipal. Diego es parte del Concejo que se ocupará de Pachuca durante 100 días y hasta la llegada de una nuevo Ayuntamiento electo. Tiene una edad y una energía que son ideales para ocupar tal cargo, aunque el lapso es muy breve.
Me parece que fundamentalmente debe enfrentar dos tareas; por un parte, ser muy minucioso al momento de revisar la manera en que se administraron y operaron las cosas durante la administración saliente. Y luego le viene el reto más relevante; preparar un presupuesto que permita al siguiente gobierno contar con herramientas para que la Cultura no sea un nombre más en el organigrama y que de verdad tenga posibilidad de impactar en el Municipio.
Por supuesto que organizar eventos reviste una gran atracción, pero no es el momento. No es difícil pensar que hace falta un replanteamiento organizacional y mucha tenacidad para gestionar un presupuesto de a deveras. Si lo logra, tendrá todo por delante para que lo ratifiquen y Pachuca experimente una etapa cultural con mayor vigor y arrojo.