Cultura

La historia de una taza de ponche

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  • La historia de una taza de ponche
  • José Manuel Vázquez Navarro

En México existe una rica tradición gastronómica ligada a las fiestas decembrinas con una gran variedad de platillos, postres y bebidas que son tan variadas como lo son las regiones de nuestro país. 

Una de las bebidas infaltables en las fiestas navideñas es la que conocemos como “ponche”. 

¿Qué puede ser más tradicional que un humeante jarrito de barro del que sobresale una varita de caña y una ramita de canela? Pues la sorpresa es que el origen de la bebida viene desde el otro lado del planeta, de la India y pasando por Europa.

Tradicionalmente, en la India se toma “pac”, término hindi que quiere decir cinco, pues se refiere a una bebida que se elaboraba originalmente con ese número de ingredientes: alcohol (“arrak”, un destilado de caña o frutas), azúcar, agua, limón y té. 

Los colonos ingleses lo renombraron “punch” y lo llevaron a Europa donde sufrió múltiples modificaciones como mezcla de bebida alcohólica y especias; de ahí pasó a América donde de igual forma tuvo arraigo en los Estados Unidos con el “Egg Nog” (bebida navideña parecida a un rompope casero), en Chile se prepara para fin de año el “ponche a la romana” (con sorbete de piña y champaña) y en México nos quedamos con nuestro “ponche navideño”.

Básicamente, nuestro ponche navideño es una decocción de fruta, especias, un endulzante (generalmente piloncillo) y al que suele añadirse una bebida alcohólica (a la que de manera popular le denominamos “piquete”).

Así, los trozos de caña se mezclan con frutas como la guayaba, el tejocote, manzana, naranja y pasas que en conjunto con especias como la canela, el anís estrella y clavos de olor nos brindarán esa aromática y reconfortante bebida que nos ayuda a hacer más llevadera la temporada fría. 

No se apure si Usted le pone flor de Jamaica, tamarindo, hay decenas de versiones de esta bebida en el país.

Así que siguiendo una receta proveniente de la India, mezclamos algunos frutos propios (guayaba y tejocote) y extraños (naranjas y manzana de origen chino), trozos secos de la corteza de un árbol (canela) originario de Sri Lanka, los botones florales sin abrir secos (clavo de olor) de un árbol de Indonesia, el pericarpio (envoltura de la fruta) inmaduro de un árbol chino (anís estrella), a lo que le sumamos trocitos de tallo de una planta de Nueva Guinea y su jugo procesado (piloncillo, ron y caña de azúcar) en una olla de barro y en un jarrito de Tlaquepaque.

Así se construye la cultura gastronómica, con el ir y venir en la historia, el espacio y el tiempo de las plantas que nos alimentan, nos reconfortan y nos curan. 

Si no ha tomado ponche, no espere más para beber una poco de historia y tradición.



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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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