Eran las 6:00 de la tarde del sábado 29 de mayo, en una acera de la Alameda, en la esquina de Donato Guerra y Allende, empezaron a llegar personas ataviadas con camisa blanca, varios ciudadanos portaban lonas y carteles en los que se leían mensajes como:
“todos somos México, ¡Vota!” o “¡Ejerce tu Derecho!, Vota el 6 de junio”.
Ellos acudían a la marcha ciudadana “VOTA POR MEXICO”, convocada por varias asociaciones entre las cuales estaba PC29 y la asociación Cívica de la Laguna.
Por ahí de las 6:15, un integrante de la marcha con un altoparlante daba instrucciones, “vamos a empezar de esta calle hacía esa calle”, “recuerden es marcha silenciosa”, “no se vale gritar consignas ni a favor ni en contra de ningún partido”.
Por ahí de las 6:20, comenzamos a caminar, la verdad a pesar de estar inmiscuido en varios movimientos sociales era la primera vez que me tocaba participar en una marcha.
Al inicio el contingente éramos como 60 personas, lo que me llamó mucho la atención que la gran mayoría de las personas eran mayores de 55 años, me tocó ver que algunos incluso no podían marchar por su avanzada edad y tuvieron que acompañarnos desde su vehículo.
La marcha duró aproximadamente 45 minutos y terminamos en la fuente del pensador aproximadamente 120 personas.
¿Cuál era el objetivo de la marcha?, invitar a la sociedad a participar, a salir a votar.
Cuándo le pregunté a uno de los organizadores si él ya había estado ya en alguna otra marcha me dijo:
“Si, la del gasolinazo fuimos como 4000 personas, pero la que tuvo más gente fue la que se dio en la elección de Gobernador y que salieron a protestar por Coahuila Digno” también me dijo “yo creo que el tema de esta no es tan importante para la población, la participación electoral no lo ven como un tema tan importante para salir a marchar”.
A pesar de que mi primera experiencia de este tipo, fue una marcha no muy numerosa, me quede con un muy buen sabor de boca, en mi mente se repetían las palabras de la famosa poeta y antropóloga estadounidense Margaret Mead, que decían:
“Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos puedan cambiar al mundo, es lo único que lo ha hecho”.
Sin embargo, si me llamó mucho la atención la falta de participación de los jóvenes y me puse a hacer algunas conjeturas sin datos.
Es claro que el joven se manifiesta, sin embargo, con la aparición de las redes sociales, su participación es mucho más activa en generar posts y comentarios.
Ahí siento que tiene una válvula de escape, las redes han sido una manera de mostrar el enojo, por otra parte siento que este esfuerzo está lejos de ser la manera más poderosa de mandar un mensaje contundente.
También los jóvenes están hasta cierto punto cansados de la política, en varios foros de participación juvenil de los cuales me tocó ser expositor, ellos me mencionaban que estaban decepcionados por que “siempre eran los mismos”, sin embargo, yo les decía ¿y tu cómo te involucras?, ¿de qué manera participas? Sus respuestas eran de que no había mucho que hacer.
Creo que ahí es donde está el círculo vicioso, en la manera en la que logremos hacer que TODA la sociedad entienda que su participación es valiosa y que el mar se compone de muchas gotas de agua, vamos a poder hacer que este país cambie.
El no solo esperar que vengan con un apoyo y me resuelvan los problemas, sino siendo ciudadanos involucrados creo que esta el cambio, y este próximo domingo tenemos una gran oportunidad de empezar a participar, la mejor manera es saliendo a votar.
Ya vendrán otras marchas, pero con 45 minutos que le dediquemos un domingo cada 3 años ya estamos siendo parte del cambio que queremos ver.
