La bandera de la oposición en México es la inseguridad que se vive en el país queriendo responsabilizar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de ello, lo cual es totalmente falso. Aquí una explicación sobre la causa o causas de la inseguridad en nuestro país que se repite en toda América Latina.
La inseguridad en México tiene dos causas: La primera, la imposición en México del sistema neoliberal y la segunda, la poderosísima demanda de narcóticos en el mercado estadounidense con más de treinta millones de adictos.
En el primer caso, con la caída del Muro de Berlín, el desmantelamiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el agotamiento del sistema de sustitución de importaciones, entre otras, se impone en México y en el mundo el sistema neoliberal, abandonando el sistema de Estado Benefactor en el cual el Estado asumía la responsabilidad de velar por el bienestar de la población y en lugar de ello, el sistema neoliberal impone un capitalismo salvaje de sálvese el que pueda, en donde el pez grande devora al débil y sólo los más fuertes logran sobrevivir, es decir las grandes corporaciones. Ello provocó, por un lado, la depredación apocalíptica del planeta y por el otro, una enorme desigualdad en todo el mundo en donde 26 personas lograron acumular más dinero, riquezas e ingreso que tres mil ochocientos millones de personas, es decir, la mitad de la humanidad.
En el sistema neoliberal, de acuerdo con el Consenso de Washington, se privatizaron empresas públicas, se abrieron las fronteras al libre tránsito de mercancías y de capitales, se estableció como regla general el permitir en un cien por ciento la inversión extranjera en casi todas las actividades y se ofrecieron a corporaciones privadas los recursos del país como el petróleo o la electricidad. Llegaron al país canales de distribución como Walmart, Costco, Office Depot, Sams las cuales en poco tiempo desplazaron al carpintero, a las papelerías familiares, a los puestos de mercados de colonia, al boticario, incluso a las tortillerías y en general a cientos de miles de pequeños comerciantes cuyos dueños y auxiliares perdieron también su trabajo.
Así, con el cierre de pequeños comerciantes, y el despido de empleados de las empresas mexicanas que cerraron por no poder competir con las enormes corporaciones cuyos productos ingresaban indiscriminadamente al país, las personas desplazadas tuvieron que buscar una nueva forma de sustento.
Muchísimas de estas personas emigraron a los Estados Unidos, ya para finales de los años noventa, emigraban del país cuatrocientos mil mexicanos cada año, México era el segundo país que expulsaba más gente sólo por debajo de la India y hoy viven en Estados Unidos más de cuarenta millones de mexicanos.
De la misma manera y ante la falta de oportunidades y el abandono de programas sociales, un gran número de personas desplazadas de las actividades lícitas incurrieron en conductas antisociales para poder sobrevivir, así es como se dispara la inseguridad en México, con casos tan terribles como los secuestros del Mocha Orejas, hoy preso, y que cortaba las orejas de sus víctimas para reclamar rescate, que no se nos olvide.
Si a ello sumamos los más de treinta millones de adictos a las drogas en Estados Unidos, podemos ver también en donde encontraron una importante fuente de ingresos los mismos desplazados por el sistema neoliberal.
No importa señalar o responsabilizar culpables sino para entender lo que pasó y cómo pasó para no repetirlo, como lo hace ahora Argentina con Milei.
El neoliberalismo se afianza con Carlos Salinas de Gortari con la firma del Tratado de Libre Comercio para América del Norte y la privatización de empresas públicas, pero en realidad Salinas de Gortari no podía resistirse ante un cambio que se llevó a cabo en todo el mundo.
Lo que verdaderamente importa ahora es retomar el rumbo y abandonar el sistema neoliberal para restaurar en México un sistema de Estado Benefactor o Welfare State, para lograr alcanzar la anhelada paz en nuestro país, y justamente es eso lo que está intentando hacer el presidente Andrés Manuel López Obrador mientras sus adversarios claman por el regreso del sistema neoliberal.
Mtro. Jesus Torres Gómez