Política

La reconstrucción del Estado mexicano

El concepto de militarización del país es un concepto propagandístico, electorero, de politiquería, como lo llamaría el presidente López Obrador, para tratar de desvirtuar los esfuerzos del gobierno federal, sin embargo, lo que estamos presenciando es la reconstrucción del Estado Mexicano.

Por definición, cuando hablamos de un Estado, necesariamente tenemos que considerar como uno de sus elementos, además de la población y el territorio, al poder.

El poder del Estado moderno tiene la característica de ser un poder soberano, esto quiere decir que el poder del Estado es supremo al interior y autónomo o independiente al exterior. Autónomo o independiente al exterior quiere decir que un Estado soberano se encuentra en plano de igualdad en relación con los demás Estados existentes. Supremo al interior significa que dentro de un Estado no puede existir un poder superior al del propio Estado.

El poder de la iglesia o de las iglesias, por ejemplo, no puede ser superior al del Estado y de eso se trató justamente la guerra de reforma a la que el presidente llama como la segunda transformación. Con la promulgación de la Constitución Política de 1857 y las llamadas leyes de reforma, el Estado Mexicano se sobrepuso al poder de la Iglesia consolidándose como un Estado constitucional moderno.

Ahora mismo, el Estado Mexicano tiene que volver a consolidar su soberanía sobreponiéndose al poder económico en México integrado por corporaciones nacionales y transnacionales. En el sistema neoliberal, que ahora termina, fue el poder económico el que imponía sus condiciones en su beneficio, prueba de ello es la actuación de empresarios como Claudio X González que pretenden invadir y usurpar la esfera de la sociedad civil con falsas “asociaciones de la sociedad civil” bajo su control, y por otro lado, organizar y manipular a las bancadas del PRI, del PAN y del PRD, como si fueran sus empleados o subordinados, en el Congreso de la Unión, en protección de sus intereses, como lo intentaron hacer y aún lograron hacer temporalmente con la hoy fallida coalición Va Por México. Es vergonzoso para nuestras instituciones republicanas que estos empresarios hayan logrado un paro o boicot legislativo durante un breve período de tiempo anulando un poder estatal importantísimo en un estado de derecho como es el poder legislativo. En este ámbito, es clara la necesidad de fortalecer las instituciones del Estado con una reforma política como la que propone el Ejecutivo para no permitir que el congreso pueda caer bajo el dominio de unos cuantos representantes del interés económico en nuestro país, eliminando los plurinominales, facilitando la consulta popular y el plebiscito, controlando la prensa con la prensa, fortaleciendo la democracia participativa, etcétera. El principio rector es claro, la soberanía reside en el pueblo.

Por otro lado, el abandono y el achicamiento del Estado Mexicano en la época neoliberal provocó la proliferación de grupos delincuenciales muy poderosos a los cuales el Estado mexicano debe de imponerse.

Es así necesario reestablecer instituciones sólidas acompañadas de un ejército y guardia nacional robustos, de la mano siempre de la consagración y salvaguarda de los derechos humanos, fortaleciendo un orden jurídico basado en principios de justicia.

Unas fuerzas armadas sólidas bien institucionalizadas son en gran medida la clave para la independencia, y sostenimiento de todo Estado. Así, China posee el segundo mayor ejército del mundo con un gasto en defensa de aproximadamente doscientos mil millones de dólares, mientras Estados Unidos como primera potencia militar en el mundo gasta en defensa más de setecientos mil millones de dólares al año.

En nuestro país, fue la división interna y la falta de un ejército sólido lo que provocó que México perdiera más de la mitad de su territorio con Estados Unidos en 1848 y también que posteriormente fuéramos invadidos por los franceses en 1862-1867 por las mismas causas.

México tiene mucho que cuidar con sus fuerzas armadas; su territorio, sus recursos naturales, sus instalaciones y empresas estratégicas, su propia independencia y la paz interior y seguridad de sus ciudadanos. Es pues a todas luces evidente, que para enfrentar la inseguridad en el país se requiere brindar apoyo a la población para alejarlos de las conductas antisociales, promover fuentes de ingreso y redistribución más justa y equitativa del mismo, combatir adicciones desde el lado de la demanda o el consumo más que del lado de la oferta, con servicios de salud sobre todo mental, con propaganda y educación, evitar el ingreso de armas a México de los Estados Unidos o de cualquier otra parte del mundo, entre muchas otras cosas acompañados y respaldados estos esfuerzos con un ejército y guardia nacional sólidos.

De lo que se trata, es de la refundación de un Estado Mexicano fuerte y justo en todos los sentidos para todos los mexicanos.

Por ello, la necesidad de una fuerza militar robusta queda fuera de toda duda, lo importante es el liderazgo de estas y en la 4T o cuarta transformación impulsada por el presidente López Obrador podemos distinguir claramente las directrices de estas fuerzas armadas que se caracterizan por lo siguiente:

1.- Pueblo uniformado. En múltiples ocasiones el presidente ha manifestado esta idea que implica que el ejército mexicano no es un conjunto de mercenarios al servicio de un grupo oligárquico, sino que tienen una génesis popular desde la revolución mexicana y está integrada por integrantes del pueblo mismo, hombres y mujeres, es decir, está armando al pueblo de México organizándolo para la defensa de la patria.

2.- Nunca en contra del pueblo de México. Si el ejército es pueblo uniformado jamás podrá actuar en contra de sí mismo, el presidente López Obrador como jefe Supremo de las Fuerzas Armadas ha propuesto como un principio rector el no utilizar a las fuerzas armadas para reprimir al pueblo. Esta es una nueva máxima de la cuarta transformación la cual debe de institucionalizarse, de forma tal que sucesos como los del dos de octubre o el halconazo de 1971 o más reciente incluso el caso de Ayotzinapa no deben de volver a ocurrir.

3.- Incluso podrán los miembros de las fuerzas armadas desobedecer órdenes manifiestamente ilícitas, como en los casos que constituyen crímenes de genocidio o de lesa humanidad con fundamento en el artículo 33 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y en todo caso respetar los derechos humanos.

Es en suma, un esfuerzo del presidente López Obrador para reconstruir al Estado Mexicano, abandonado, achicado y debilitado en el sistema neoliberal.

Mtro. Jesús Torres Gómez

Profesor de la Escuela Internacional de Derecho y Jurisprudencia.

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Jesús Torres Gómez
  • Jesús Torres Gómez
  • Notario 224 de Ciudad de México y fundador y profesor de la Escuela Internacional de Derecho y Jurisprudencia.
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