El lunes por la tarde, Luis Donaldo Colosio anunció su decisión de buscar la alcaldía de Monterrey con las siglas de Movimiento Ciudadano, las mismas que lo llevaron a la diputación local.
Y apenas 25 horas después, la alcaldesa con licencia de Escobedo, Clara Luz Flores Carrales, le hizo un llamado al senador Víctor Fuentes para que cuelgue los hábitos panistas y se integre a su proyecto político por la gubernatura.
Hacer ese llamado a Fuentes apenas al día siguiente de que no se pudo concretar una negociación exitosa con Colosio, suena a que la coalición Juntos Haremos Historia por Nuevo León no ha definido candidato para Monterrey y el panista es una suerte de Plan B.
Si bien Fuentes no tiene un apellido célebre, por lo menos en 2018 demostró que es capaz de jalar suficientes votos como para ser un activo interesante en cualquier otro partido que no sea el PAN, donde no es bien visto por ninguna de las tribus que se reparten pastel político, nómina y territorio.
A diferencia de los panistas, Clara Luz se ve en el espejo de las experiencias probadas, en donde el candidato a la gubernatura se arropa con un aspirante fuerte para la alcaldía de Monterrey y uno de los ejemplos más emblemáticos fue el de 2003, con Natividad González Parás, quien hizo una campaña fuerte del brazo de Ricardo Canavati, con la que sacaron al PAN de los dos palacios.
El llamado que le hace a Fuentes es a sumarse como ciudadano a su proyecto político, tal como su propia candidatura a la gubernatura.
Por eso el Plan A era Colosio, porque comparte con Clara, a diferencia del panista, la misma independencia de los partidos políticos.
Las formas en que ambos harán campaña bajo candidaturas ciudadanas para desmarcarse de los partidos, evidencian que le apuestan a sus figuras de personajes, que utilizarán las siglas partidistas solo para el registro.
En tanto, ya se verá si Fuentes tira la camiseta albiazul, que para su partido representa perder un escaño en el Senado, para darle el sí a Clara Luz o si, al igual que Colosio, sigue donde está porque no quiere arriesgar lo que ya tiene.
A menos que ingrese al equipo sin renunciar a su partido, al igual que los priistas que asesoran a Clara Luz, que no son pocos.
