En la Administración siempre se ha enseñado que al recurso material, financiero y humano se les debe sacar el máximo provecho, porque son escasos, porque ahí están y cuestan dinero y porque es menester del jefe coordinar dichos elementos para conseguir las metas de la empresa.
En teoría parece fácil, pero en la realidad cuesta trabajo poder lograr el tope en rendimiento de todo material que usa un negocio, empezando por el ser humano que labora, y que es el elemento que le saca provecho a los demás adminículos.
La empresa donde trabaja, ¿le saca el máximo provecho a sus recursos?, ¿optimizan la luz, el agua, el material que utilizan para la elaboración del bien o servicio?, ¿los empleados cargan sus teléfonos celulares con energía del negocio, o imprimen documentos personales que nada tienen que ver con su trabajo?
Son dudas que todo gerente o dueño debe saber y sobre todo, que debe conocer el monto en dinero que está erogando… ¡sin que le reditúe en nada!
Pasemos al plano personal: usted, asiduo lector mío, ¿optimiza sus recursos?, ¿le saca el máximo provecho, por ejemplo, a la comida que compra?, o ¿debe limpiar su refrigerador tirando alimento que se echó a perder pudiendo haberlo consumido en tiempo? Los aparatos electrónicos que posee, ¿”les saca jugo al 100%”?, ¿usa todas las funciones de su celularo de su pantalla de tv?
Sus propios recursos personales, llámese memoria, inteligencia, tiempo libre, ¿los usa sabiamente?, ¿o está mal usando dichos talentos pudiendo sacarles más provecho?
Estas sesudas reflexiones las debemos hacer como organizaciones y como personas, tener la conciencia de que dichos elementos ahí están, y de manera lógica esperar un uso inteligente de los mismos para llegar a nuestras metas de manera efectiva y sabia.
¿Usted optimiza sus recursos?
- Espíritu empresarial
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Israel Moreno
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