La confianza es uno de los puntos fundamentales en cualquier tipo de relación, ya sea familiar, de negocios, de pareja o comercial.
Seguimos palideciendo la pandemia del covid-19 ya que los contagios, las muertes y la zozobra de casi toda la sociedad siguen ocurriendo por doquier; algunas empresas ya se han declarado en quiebra, entre ellas, cines, comercios, hoteles y varios restaurantes pertenecientes a grupos poderosos económicamente hablando.
Si ni el hombre más rico de México pudo sostener sus negocios de restaurantes, a pesar de lo trascendentes y emblemáticos que fueron, ¿qué podemos esperar de los empresarios no tan acaudalados?
Claro que también los ciudadanos nos privamos de varias cosas por la contingencia: extraño viajar, ir al cine, degustar una rica comida, pasear por el puro placer de hacerlo, o tomar un café y leer un libro plácidamente.
¿Qué deben hacer las empresas en este paulatino regreso a sus actividades? Generar confianza en el mercado.
Aparte de lo ya explicado referente a la “sanitización” y acondicionamiento del local para recibir a los clientes, los negocios deben ganarse la confianza de que no habrá mayor riesgo por asistir a consumir con ellos; si vemos en un restaurante, que no se limpian las mesas al salir los comensales o que los meseros no traen cubrebocas, ¿cómo nos quedamos a comer ahí?
Los consumidores estamos esperando a que las empresas se ganen la confianza (o la retomemos) para concurrir; pero queremos sentirnos lo más seguro posibles, para ir a dejar nuestro dinero a cambio de su bien o servicio.
Un consejo para todas las personas, empresas y sus clientes: sigamos las sabias, científicas y sesudas recomendaciones que da el gobierno y las autoridades… de otros países. _
