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¿Por qué Salvemos a Ralph nos impacta tanto?

  • La teoría del todo
  • ¿Por qué Salvemos a Ralph nos impacta tanto?
  • Ida Vanesa Medina Padrón

Durante los últimos días se ha hecho viral el cortometraje auspiciado por la ONG Humaine Society International sobre un conejo utilizado en un laboratorio de pruebas, el personaje animado en stop motion se muestra como un trabajador con todas las características de la clase obrera, resignado a su destino y el de su familia.

En clave de humor negro, la pieza que se acerca a los cuatro minutos, tiene el balance narrativo que nos permite seguir a Ralph y angustiarnos pero, a la vez, no apartar la mirada y permanecer con el narrador hasta cerrar el discurso.

En ello radica una de las claves que nos ayudan a entender el éxito en redes que está teniendo el video, que se diferencia de campañas anteriores por el equilibrio entre sutileza e impacto.

Por ejemplo, en ocasiones anteriores muchas veces nos han mostrado con crudeza total el sufrimiento de los animales que viven en estas condiciones, las imágenes duras y desesperantes han sido un llamado a la realidad y a recordarnos que no somos los únicos seres vivos sintientes en el planeta. Este shock ha hecho muchas veces indignar a parte de la población, mientras otra se ha sentido sobrepasada y no puede ni mirar o elude el sentimiento de culpa.

Ralph lleva el discurso al llamado de nuestra responsabilidad como consumidores de una manera dosificada y cínica, lo que nos da tiempo de digerir poco a poco el mensaje y sembrar una impresión más profunda. Después de todo el video no intenta desarrollar todas las aristas del problema, pretende sensibilizar y lo logra mediante un ejercicio narrativo muy bien diseñado y acompañado del peso de varias celebridades involucradas.

También es interesante notar que enfocan el mensaje sólo en la cosmética, a pesar de que la industria farmacéutica históricamente se ha apoyado también en la experimentación animal.

Sobre esto último se debe mencionar que, según cifras de la National Institutes of Health (NIH), el 95% de los medicamentos probados en animales exitosamente, fracasan en ensayos humanos por ser peligrosos o ineficientes. Lo que, bajo ese argumento, pone en tela de juicio la efectividad de dichos experimentos y la balanza entre costo/sufrimiento y beneficio que implican.

Pero ésa es una discusión más compleja y la campaña que está lanzando la organización en 15 países enfoca su batalla en una cosa, cuestionarnos desde algo muy simple: ¿nuestra vanidad merece el sufrimiento de otro?

La eficacia desde el punto narrativo y de estrategia comunicacional, abarcan la primera dimensión para leer el fenómeno en redes. La segunda, habla del momento histórico que vivimos y del trabajo acumulado de años de muchas organizaciones tratando de dar luz sobre el tema animal.

Estamos en una época en la que el tema ecológico está permeando con más fuerza en la discusión pública y el maltrato animal va incluido en la agenda, basta ver como se ha incrementado la población que está optando por dietas basadas en plantas y cómo se está cuestionando en general a la industria alimenticia, por no mencionar a la de la moda y la del entretenimiento.

Lo que abre una brecha de esperanza para pensar en un cambio de mentalidad y un avance en estos temas. Y aún así, uno de los promedios más recientes de datos publicados en los últimos años señala que sólo por testeo mueren más de 100 millones de animales anualmente.

Las cifras se complicarían si agregaramos a otras industrias, el comercio ilegal de especies y la degradación de los ecosistemas a causa de la intervención humana. Pero no metamos el dedo tan profundo en la llaga, una cosa a la vez, sigamos el ejemplo de Ralph.

Ya hay 40 países que prohibieron el testeo en animales, aunque en la Unión Europea los vericuetos legales están dando espacio para que las empresas empujen nuevas demandas.

En México, se aprobó en marzo en el Senado de la República, con unanimidad, el veto pero las posibilidades de que la ley trascienda a la siguiente etapa está ahora en la Cámara de Diputados, está por verse si es otra legislación que queda en el limbo. De avanzar esta iniciativa, nuestro país podría ser el número 41 y el primero de América del Norte en erradicar la práctica.

Por otra parte, ya existe en el país, desde 2017, LIALT. Un laboratorio con tecnología para desarrollar los protocolos de pruebas sin involucrar animales y con mayores tasas de efectividad. Lo que permite a las empresas considerar este tipo de opción como algo más viable y evitar realizar procedimientos con laboratorios en el extranjero.

También se están multiplicando las marcas con la certificación cruelty free, lo que habla de que el mercado está madurando y nos da crédito como usuarios que hemos tenido la potestad de empezar a tomar decisiones más conscientes y exigirle a la oferta que avance con nosotros.

En fin, queda mucho que hacer...pero Ralph, por ahora, solo nos pide que firmemos la petición y que nos tomemos dos minutos más al elegir el champú en el pasillo de la farmacia. Aprovechemos el momento de la discusión y encarnemos nuestras palabras con acciones.


Ida Vanesa Medina P.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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