Mientras el mundo apenas está comenzando a recuperarse de los estragos del covid-19, ya se enfrenta a una posible pandemia provocada por un patógeno mucho más mortífero.
La posibilidad de una pandemia desencadenada por la influenza aviar está más latente que nunca. Este virus, conocido por azotar a las aves de corral, ha dado un salto alarmante, al infectar aves migratorias y mamíferos, aumentando el riesgo de una variante mortal que podría propagarse entre los seres humanos. La advertencia es clara: la humanidad enfrenta una nueva batalla y la acción inmediata es nuestra única línea de defensa.
A pesar de contar con herramientas cruciales, como las vacunas, nos encontramos en un punto crítico donde la urgencia y la determinación deben convertirse en nuestras mayores aliadas. No podemos permitirnos subestimar esta amenaza latente; cada momento de indecisión nos acerca a una catástrofe global de consecuencias inimaginables.
La doctora Alma Rosa Marroquín, secretaria de Salud en Nuevo León, reveló recientemente en Telediario Radio que la influenza supera en casos al covid en el estado. Éste no es solo un recordatorio de la persistencia de las enfermedades respiratorias, sino una alerta clara de que estamos en una encrucijada crítica, ya que la mayoría de los expertos considera que los virus se transmiten principalmente a través de las gotitas que se producen cuando las personas tosen, estornudan o hablan.
Hay que recordar que la influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los virus de la influenza que infectan la nariz, la garganta, y en algunos casos, los pulmones. Este virus puede causar una enfermedad leve o grave y en ocasiones puede llevar a la muerte.
La influenza aviar no solo amenaza con su propagación entre aves y mamíferos, sino que también podría mutar y afectar a los seres humanos, desencadenando una nueva pesadilla sanitaria.
La temporada invernal trae consigo una noticia esperanzadora: existen vacunas disponibles para combatir la influenza, incluida la aviar. Sin embargo, la distribución de estas vacunas enfrenta obstáculos significativos, particularmente en áreas donde la participación comunitaria es insuficiente, como en Nuevo León. Ésta es una llamada urgente a la acción colectiva; la protección de nuestra comunidad comienza con la vacunación masiva.
La falta de vacunas de ARNm aprobadas contra la influenza destaca la necesidad de intensificar los esfuerzos de investigación y desarrollo. El tiempo no está de nuestro lado; la pérdida de eficacia de las vacunas con el tiempo y la constante evolución de las variantes demandan una acción inmediata y sostenida.
La negligencia en la vacunación de aves de corral ha sido identificada como un factor crucial en la propagación de la gripe aviar. La realidad es simple: cada demora en la implementación de la vacunación masiva de aves de corral y cerdos en granjas nos acerca un paso más a la catástrofe.
Con más frecuencia, quizá por la temporada invernal, escuchamos a familiares o conocidos que resultan contagiados de la influenza tipo A.
Pero habrá que preguntarse si estamos listos para enfrentar en medio de la crisis que se vive en el estado, sin agua suficiente un brote, no pandemia, de la influenza.
Aunque existen antivirales para la influenza, su eficacia radica en su administración temprana. Esto subraya la importancia de pruebas generalizadas accesibles y reservas equitativas en todo el mundo. No podemos permitirnos subestimar la urgencia; las vidas están en juego, y la prevención es nuestra única esperanza.
La ciencia trabaja incansablemente en una vacuna universal contra la influenza que podría ser nuestra salvación no solo frente a las cepas actuales, sino también ante las posibles pandemias del futuro.
La inversión en esta investigación es esencial para garantizar nuestra supervivencia a largo plazo.
La velocidad con la que evolucionan los eventos es alarmante. Vivimos la pandemia del 2020, no solo tenemos la advertencia, sino también muchas de las herramientas que necesitamos para hacerle frente. No hay que esperar para vacunarnos.