Cultura

Rosario F.

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  • Rosario F.
  • Coral Aguirre

Porque vivo, y soy mujer,

y no me animo/

a amordazar sin compasión a mi conciencia,/

porque río y cumplo y plancho entre nosotras/

los mínimos dobleces de mi caos,/

me declaro hoy a favor del gozo y de la gloria.

Rosario Ferré


Rosario Ferré ha sido mi nostalgia por mucho tiempo porque leí uno de sus cuentos cuando todavía era desconocida, no recuerdo cuál, y me pareció una escritora espléndida. Averigüé que era portorriqueña y contemporánea, pero fue mucho después cuando pude advertir la riqueza de su obra y su trascendencia como escritora latinoamericana de las grandes. Aunque incluso en el mundo de las letras aun hoy, es poco reconocida. Nacida en 1938, su partida es reciente, apenas en 2016. Además de parte de su obra tengo en mi biblioteca su traducción de Tiempo de canallas de Lillian Hellman.

No solo tuvo el privilegio de nacer en una familia de mucha fortuna sino que además su padre fue gobernador de la isla y su entorno fue siempre el de grandes intelectuales, políticos y gente poderosa. Teniendo en cuenta esto no es de extrañar que recibiera una educación de lujo que le permitió muy pronto, ejercitarse en las letras. Así, los mejores colegios y universidades la ven pasar por sus aulas y maestros de la talla de Ángel Rama, Marta Traba y Vargas Llosa en diferentes etapas, son sus guías.

Sus recursos tanto económicos como intelectuales le permiten, junto a su prima Olga fundar Zona de carga y descarga, revista donde da a conocer la mayoría de sus primeros ensayos y cuentos, a lo largo de la década del 70. En 1976 realiza su primera publicación Papeles de Pandora, antología de sus cuentos más famosos. Durante un año entre 1979 y 1980 publica una columna semanal de crítica literaria en El Mundo.

Pocos años después será ella misma, a causa del dominio de sus dos lenguas maternas, inglés y español, quien procederá a la traducción de sus obras. Su tesis doctoral en estudios latinoamericanos es La filiación romántica de los cuentos de Julio Cortázar. Acaso por ello se insiste tanto en la influencia que ha tenido en su narrativa el escritor argentino. Antes su tesis de maestría había sido sobre otro gran escritor argentino, Felisberto Hernández.

Se zambulle luego en la literatura infantil produciendo tres libros de cuentos para niños. Y como si no le bastara, cuando uno lee sus ensayos advierte la ferocidad de su hacer y su vivir, en 1982 aparece su primera colección de poemas. Y lo que cierra la parábola de sus letras, es la publicación de Maldito Amor, su primera novela en 1987. A partir de entonces tanto su producción literaria como los reconocimientos, distinciones, becas y premios a causa de la excelencia de su obra, la colman. Pocas veces en vida de una creadora se ha dado tal suma de honores.

En el orden de lo personal en su juventud se enfrentó a su padre al ser partidaria de la independencia de Puerto Rico, posición que luego apaciguó. Al término de sus estudios se casa de acuerdo a su status con el empresario Benigno Trigo González y da a luz sucesivamente a Rosario, Benigno y Luis Alfredo. Al cabo de diez años se divorcia y vuelve a casarse con un profesor y escritor mexicano, José Aguilar Mora, pero tampoco la nueva pareja dura. Rosario se casará por tercera vez con un arquitecto de su misma nacionalidad con el cual regresará a radicarse en su país.

Como dije al principio, me costó mucho encontrarla, leer sus ensayos como por ejemplo La cocina de la escritura, saborear la plenitud de su palabra. A pocos días de su muerte me enteré de la noticia que pasó desapercibida para una sociedad literaria que vive más de la publicidad de las editoriales, los jugosos best-sellers y los escándalos de las publicaciones, que del verdadero valor de escritoras como Rosario Ferré.

Era principios de febrero, recién comenzaban las clases y en su partida no hubo recordatorios ni homenajes. Tal vez nuestra América, esa con la que soñaron intelectuales de la talla de Gabriela Mistral o Alfonso Reyes, está dejando de serlo para una pléyade de creadoras que no son redituables dentro del campo cultural que hoy se nutre sobre todo de ganancias materiales. No de Lispektors, Garros, Ocampos, o Castellanos.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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