La reaparición del ex Presidente Enrique Peña Nieto en un documental caló hondo entre los fieles del obradorato.
En el material producido por el Centro de Estudios Espinosa Yglesia titulado “Texcoco, la decisión del Presidente”, el último presidente priista sostiene que no se ha acreditado que en la obra del fallido aeropuerto del NAICM hubo malversación de recursos ni se evidenció ni se probó. Y es una rotunda verdad que incomodó hasta a Claudia Sheinbaum.
Hay que recordar que en 2018, incluso antes de tomar posesión Andrés Manuel López Obrador anunció que cancelaría este proyecto en marcha. En cuanto asumió, fue lo primero que destruyó con un costo de unos 400 mil millones de pesos para el erario.
A casi siete años de su cancelación no hay ni un ex funcionario, ningún empresario ni un conservador ni un fifí, nadie bajo proceso ni en la cárcel por malos manejos, peculado, corrupción o desvíos en el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Vamos, no hay ni siquiera una auditoría que arroje observaciones al anhelado proyecto.
Por otro lado, esta semana la Auditoría Superior de la Federación, que es un órgano técnico de la Cámara de Diputados reveló las más recientes revisiones al gasto del sexenio de López Obrador y, haciendo cuentas, hay un mundo de dinero que no aparece por ningún lado. No está el dinero ni servicios ni materiales que comprueben su gasto.
De acuerdo con auditorías de la ASF en los primeros cinco años de López Obrador, de 2019 a 2023 se extrajeron del erario más de 33 mil millones de pesos de los que no se sabe en qué se gastaron ni dónde están.
De ese mismo periodo hay otros 24 mil millones de pesos que todavía estaban pendientes de aclarar o de devolver funcionarios del gobierno de López Obrador.
Si sumamos las dos cuentas estamos hablando de más de 57 mil millones de pesos que no se sabe dónde están ni en qué se gastaron o que no han encontrado como comprobar su salida del erario.
Cabe mencionar que de acuerdo con datos de la Auditoría, este faltante es de solo cinco años del sexenio pasado y la cifra podría subir conforme se revisen las cuentas del 2024. El elefante en la habitación estaba en Palacio Nacional, no en Texcoco.