Cultura

Bichos en la mesa

Para Silvia las lluvias tardías entorpecieron los trabajos en su milpa. A pesar de los esfuerzos por regar un poco sus parcelas, el calor intenso y las altas temperaturas ocasionaron el retraso en los tiempos de crecimiento de las plantas. Ahora, con lluvias torrenciales, la tierra está hidratada, pero apenas se pueden ver los brotes y, en algunos casos, fue necesario volver a trabajar la tierra para sembrar. Sin embargo, la tarde de ayer se sorprendió al ver un camino de hormigas entre los surcos, algunas avispas entre las hojas y algunas larvas subiendo por los tallos del maíz. Bajo el lema “Dios aprieta, pero no ahorca” se dispuso a recolectar unos pocos insectos para después de las cosechas.

La entomofagia, o el consumo de insectos, es una práctica que data, en América, desde la época prehispánica, fue una de tantas estrategias alimentarias que experimentaron una especie de “hibernación” durante el periodo novohispano y parte del siglo XIX, ya que solo algunas regiones recurrieron a ella para saciar el hambre. Sin embargo, una vez que la naciente sociedad mexicana retoma el control de su propia existencia, los elementos referentes a la alimentación, costumbres y prácticas heredadas por sus ancestros comienzan un despertar y divulgación de manera lenta.

En este caso, la correlación entre insectos y la agricultura, como lo explica Julieta Ramos, Manuel Pino y Víctor Martínez en diversos estudios, específicamente en el caso de la milpa, resultan interesante por ser referentes actuales de la alimentación mexicana, de este sistema agrícola se sustenta la sociedad mexicana y, en algunas regiones, aunque de manera local, se complementa dicha dieta con insectos. Cabe mencionar que estados como Guerrero, Morelos, Estado de México, Ciudad de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Chiapas y Oaxaca, registran las zonas de mayor producción y consumo de este tipo de alimentos, donde encontramos a los mercados y tianguis como sus principales difusores.

El ecosistema que representa la milpa propicia el desarrollo de larvas de mariposa (Helicoverpa zea B) conocidas como gusano de elote, las cuales se preparan asadas con sal y se consumen en tacos. También se cuenta con el gusano blanco de maguey, el cual, aunque no pertenece directamente a la milpa, sí forma parte del ecosistema, al ser utilizados los magueyes como agentes divisores de terrenos, este gusano se consume asado o frito con manteca o mantequilla, otro uso es molido en molcajete para salsas. Otro caso de larva de mariposa es la conocida, en Oaxaca, como gusano de madroño (Eucheira sociales W.), de esta se consumen sus larvas en estado de incubación, una vez asadas, se les agrega sal y se consumen en tacos o con mole. El campo de los insectos aún mantiene opiniones divididas, pero sus beneficios nutricionales y medicinales son abundantes.


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Benjamín Ramírez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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