Me gusta mucho ver videos que muestran lazos entre animales y personas.
No sólo de perros o gatos, que es lo más común, sino entre otras especies entre las que pareciera más extraño un comportamiento cariñoso, como una gallina o una vaca.
Hace años, cuando vi por primera vez estas imágenes traté de acercarme a Nicanora, una burrita.
Ella conocía mi presencia, porque me veía por lo menos dos días a la semana.
Me decidí a acercarme más a Nicanora y logré estrechar un vínculo. Me encantaba escuchar que rebuznara cuando me acercaba a ella.
Le acariciaba su pelaje, le hablaba y notaba cómo endulzaba sus gestos y el brillo de sus ojos se acentuaba. También la paseaba y le daba agua y comida.
Todo abonaba a que se pusiera más contenta y yo con ella porque comprobé lo que veía en los videos.
Tuve gatos durante mi niñez y como adulta me acerqué a los perros gracias a mi hija Jimena, una gran domadora y abogada de estos lanudos.
Ha tenido perros desde que tenía cinco años. Hemos llorado perdidas y en casa siempre contamos con canes de diferentes razas y edades.
Ella tiene a Benito, un pug de casi tres años y Nina, una Chihuahua de nueve.
Yo tengo dos pinscher, el Tírolo, pareja de la Nina y a Camis, hija de ambos.
He visto muchas veces cómo Jimena puede doblegar a perros bravos y hacerlos bailar, y a los ariscos los hace dormir en poco tiempo. También la han custodiado jaurías de callejeros en un santiamén.
Confieso que me atrapan los videos de perros que juegan con bebés o que los cuidan.
Es sorprendente lo delicados que pueden ser los canes con niños tan pequeños.
Los arropan, los mecen, los protegen de peligros, apagan la luz de su habitación, y los hacen reír muchísimo.
En algunas escenas muestran el encuentro desde días de nacido el bebé, cómo duerme en su cama con el perro en los primeros meses y años de vida. Se buscan entre sí, se cuidan, se divierten, comparten alegrías y estrechan fuertes lazos de cariño y solidaridad.
Un amigo muy querido con frecuencia afirma que se puede conocer a las personas cuando ves cómo trata a los animales, que, si bien no le gustan, que no los lastime.
Charles Darwin declaró que: “El amor a todas las criaturas vivientes, es el más noble atributo del hombre”.
Resulta increíble lo mucho que te encariñas con tus mascotas, en especial si interactúan. Saben si la felicidad te abraza o si las lágrimas te persiguen.
Es difícil salir de cualquier filia animal.
¿Cuál es la tuya?