El 15 de febrero en México se conmemora el Día de la Mujer Mexicana, la circunstancia de violencia que viven las féminas en el país genera una bruma que puede obstaculizar visualizar sus avances y genera una sensación de retroceso.
El movimiento feminista es fuerte, es evidente que no se darán por satisfechas con lo que han logrado hasta ahora, porque las mujeres no nacen para ser víctimas ni ser consideradas como menos capaces e importantes.
A la par de ser madres y esposas asumieron el rol de liderazgo que les corresponde. Nadie duda que es su tiempo.
De tal suerte, han dado un paso al frente para ocupar espacios en política, conducir partidos políticos, liderar cámaras empresariales, asociaciones civiles y desempeñar cargos relevantes en la administración pública.
En la lucha por llevar a la práctica sus derechos hay muchas asignaturas pendientes, en especial en materia de violencia contra las mujeres, paridad salarial, así como el reconocimiento de sus capacidades profesionales. Incluso hoy en día el hostigamiento laboral bajo la forma de acoso sexual es un problema vigente.
De acuerdo con datos del Centro Nacional de Información de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (con corte al 30 de noviembre de 2022), al menos 112 mil 300 mujeres han sido víctimas de violencia en México. Tal vez sea la punta del iceberg.
Sin embargo, también existen avances y la lucha de décadas de mujeres que abrieron camino, así como las acciones afirmativas que se han impulsado desde las legislaturas, han equilibrado poco las asimetrías en la distribución del poder, atendiendo principios de equidad de género.
Aun en Guerrero, donde costumbres atávicas patriarcales fueron un obstáculo para el avance de las mujeres, hay logros sustanciales.
Desde hace años irrumpieron en la escena política alcaldesas de diferentes filiaciones ideológicas; los dos municipios más importantes de la entidad, Acapulco y Chilpancingo, son gobernados por mujeres.
A fuerza de méritos y preparación académica, las mujeres ocupan espacios donde se toman las decisiones; así, hace poco tuvimos una mujer al frente de la Auditoría Superior del Estado.
Incluso en un estado donde la violencia es cotidiana, mujeres han estado al frente de la procuración de justicia. Durante mi segundo periodo de gobierno nombré a una abogada como responsable de la persecución del delito.
La zapoteca Jesusa Palancares plasmó en su libro Hasta no verte Jesús mío, sus recuerdos sobre la Revolución en Guerrero durante los años de 1914 a 1917.
En sus líneas la autora ratifica que las mujeres soldaderas no eran de armas, sino de avanzada y espionaje o levantacampamentos, mas nunca eran tomadas como enemigas, independientemente del bando al que pertenecieran.
No podríamos celebrar este día sin recordar a algunas de las mujeres que nos han precedido en las luchas sociales y políticas en Guerrero: María de la O, Eucaria Apreza, Hermelinda Tiburcio, Marta Sánchez Néstor, Valentina Rosendo Cantú, Aidé Nava González, Aurora Meza Andraca, a las que se suman muchas mujeres de nuestra generación que han dado un paso al frente para escribir una historia diferente.
Por cierto, celebro que hace unos días se publicó en un medio local en Guerrero, que indígenas nahuas por primera vez hicieron valer la equidad de género, de tal suerte que fueron electas dos mujeres, una como comisaria suplente y otra más será primera regidora.
Hoy es tiempo de las mujeres. El vetusto sistema patriarcal debe virar hacia un nuevo concepto de masculinidad.
Ángel Aguirre Rivero**Ex Gobernador de Guerrero