Aun cuando la política no es una ciencia exacta, los movimientos de los aspirantes a suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador van dejando evidencias y pistas de cómo sería un posible desenlace.
La historia de la definición de las candidaturas presidenciales en México está llena de anécdotas, que van desde candidatos “tapados”, definiciones mediante encuestas hasta dedazos con desenlace trágico como ocurrió con Luis Donaldo Colosio Murrieta.
En este artículo abordaré lo que ocurre en la cancha de Morena, y en artículos posteriores analizaremos a los partidos opositores, a saber: Movimiento Ciudadano, que se perfila irá solo, y una eventual alianza ente PRI, PAN y PRD en el frente Va por México.
Algunos amigos me han preguntado si yo veo en un escenario futuro la posibilidad de que Marcelo Ebrard Casaubon y Ricardo Monreal encabecen una megalianza opositora conformada por el PAN, PRI y PRD, con la posibilidad de incorporar a MC; mi respuesta sigue siendo la misma: un contundente no.
Hay quienes incluso imaginan como la fórmula ideal opositora: Marcelo a la Presidencia y Ricardo a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ante la ausencia de candidatos competitivos de cualquiera de los tres partidos que prácticamente han anunciado formalizar una posible alianza.
Por lo que toca a Movimiento Ciudadano, el joven Luis Donaldo Colosio, en una actitud sensata, ha manifestado no participar en este momento para que el tiempo le dé la oportunidad de madurar y prepararse más para una responsabilidad de tal magnitud.
Marcelo Ebrard ha sido muy claro al señalar que si no va por Morena, no le interesa encabezar ningún otro proyecto que no sea ese, y está resuelto a luchar hasta las últimas consecuencias para acreditar y demostrar que cuenta con la simpatía no sólo de los morenistas, sino también de segmentos de la población que hoy no coinciden con las políticas del actual gobierno.
No es fortuito que haya elevado la apuesta al plantear la celebración de debates y la separación de sus responsabilidades para que los mexicanos conozcan más de cerca sus propuestas y perfiles de cada uno de ellos y de ella.
Algún dirigente opositor muy importante definía a Marcelo de esta manera: —si hay alguien que está preparado para gobernar este país, ese es Marcelo, es una de las mentes más brillantes que he conocido, la nación estaría en las mejores manos.
Para nadie es desconocido que la favorita de López Obrador es Claudia Sheinbaum, quien cuenta con cualidades que nadie le puede negar, además está en marcha una operación política para hacerla candidata que le da posibilidades muy fuertes.
Ricardo, por su parte, es un político profesional que sabe hasta dónde jugar, es un “lobo de mar” que está muy consciente de sus alcances y que tampoco está dispuesto a correr aventuras. Él seguramente va a medir cómo vienen las cosas y en su momento tomará su decisión, pero no lo veo fuera de Morena.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, hombre de las confianzas del Presidente, no puede ser descartado, ya que ha mostrado un crecimiento sostenido en la intención del voto; su afinidad y lealtad al Presidente pueden ser factores que le favorezcan.
Por la intención del voto que mantiene Morena hasta ahora, no veo posibilidad de un desprendimiento de sus figuras relevantes: Marcelo y Ricardo (como se ha especulado), aunado a que los priistas y panistas obviamente querrán encabezar a toda costa la alianza opositora que desde ahora se ve harto difícil que pueda ganar.
Hay que acotar hasta ahora que en la vida como en política, nada está escrito y los escenarios cambian.
Ángel Aguirre Rivero**Ex Gobernador de Guerrero
