Envuelto en polémicas a través de los siglos, la conmemoración de la llegada al continente americano de Cristóbal Colón ha pasado de ser el Descubrimiento de América o Día de la Raza… a Día de la Resistencia Indígena.
Aunque el encuentro de dos mundos devino en un proceso de mestizaje y sincretismo, también dejó un sentimiento de agravio que no se disipa, al contrario, se vuelve más acendrado por la desatención del Estado mexicano, con saldos de pobreza y marginación hacia nuestros pueblos originarios.
Y aunque la tendencia es por el reconocimiento de un Estado multicultural, el respeto hacia la libre determinación de los pueblos, y ensanchar los cauces de participación política de los pueblos indígenas y afro, el camino es sinuoso y por momentos toca la frontera de la balcanización.
El reto es escuchar y comprender, por ello cedo el espacio a una joven participante en el Parlamento de Hablantes de Lenguas Indígenas del Estado de Guerrero 2022 que se realizó en el Congreso el 12 de octubre:
Mi nombre es Martha Santiago Santiago, tengo 29 años de edad y soy orgullosamente una mujer indígena del pueblo Can’oon-Zacualpan, municipio de Ometepec, en el estado de Guerrero.
Mi lengua materna es el amuzgo cien por ciento. Llevo más de 14 años viviendo en la ciudad de Acapulco. Considero que desde que llegué hasta el día de hoy, en general, no han cambiado mucho las cosas para los indígenas, ya sea por nuestra lengua, forma de vestir y color de piel, aunque tenga el mismo o mayor nivel de estudios que muchas personas siempre observo que nos tratan de manera inferior.
Y esto se agrava por ser mujeres indígenas, pues se nos complican aún más obstáculos para buscar trabajo, muchas veces solo logramos conseguir empleos con trato discriminatorio como empleadas domésticas, además de los abusos en nuestros derechos en general.
Por esa misma discriminación dejamos de hablar y enseñar a nuestros hijos la lengua indígena por temor a las burlas, si emigramos a la ciudad es porque buscamos mejores oportunidades que en nuestras comunidades carecemos.
Ojalá que todos como ciudadanos nos podemos apoyar para seguir conservando nuestra lengua, que cada vez se va extinguiendo.
Me gustaría que se respetaran nuestros derechos y vivir en paz y armonía pudiendo transmitir los conocimientos de nuestras lenguas indígenas y hablar en público sin temor a la discriminación.
Del anecdotario
Triste y lamentable lo acontecido en San Miguel Totolapan, donde perdieron la vida más de 20 personas, derivado de la presencia y confrontación de los grupos de la delincuencia organizada en una de las regiones otrora más ricas de nuestra entidad.
Quienes queremos el bien de Guerrero algo tenemos que hacer para recuperar el esplendor de esta región, a la que tanto amo.
Y no se trata de echar culpas al pasado o al presente, de lo que se trata es de detonar grandes proyectos como lo hiciera el general Lázaro Cárdenas mediante los distritos de irrigación, aprovechando nuestro potencial del Río Balsas.
Es momento de estar unidos y mirar a Tierra Caliente, recuperar su infraestructura carretera que hoy se encuentra en las peores condiciones, alentar la agroindustria y detonar nuevos proyectos productivos.
Termino con un verso de Manuel S. Leyva que me encanta:
Tierra Caliente! Tierra del son!/ Junto al arrullo del Balsas te canta mi corazón / Y así te doy mi cariño y aquí tienes mi razón: / Si no soy pinto del cuerpo, pinto traigo el corazón.
Ángel Aguirre Rivero*
*Ex Gobernador de Guerrero