Con el anuncio de la oposición de la creación del Frente Amplio por México y el método para obtener a su candidato por la Presidencia en 2024 se abre un nuevo frente en la agenda política del país, no solamente la que dicte el líder de la 4T, Andrés Manuel López Obrador.
El panorama se abre y de escuchar un día sí y otro también al Presidente y sus verdades a medias, o de plano sus “otros datos” que nada tienen que ver con la realidad que vive el país, ahora entra en escena un proceso que no tiene precedentes en México.
En Morena ya está planteada la manera en la que se elegirá al abanderado de la 4T para buscar suceder a AMLO. A través de encuestas y sin debates es como se definirá al candidato, aunque desde un principio los aspirantes que no son los favoritos pidieron piso parejo, que no se ve cómo se pueda aplanar para las seis corcholatas y si no pregúntenle a Marcelo Ebrard, que fue el primero en exigirlo.
En la oposición se propone que los aspirantes deberán presentar las firmas de 150 mil ciudadanos que se deberán registrar en una plataforma digital. Además habrá un gran foro en la que los participantes hablarán de sus propuestas y su visión de México.
Se elegirán a tres finalistas a través de una encuesta y ellos pasarán a la tercera etapa en la que se realizarán cinco foros regionales para exponer ideas y se llevarán a cabo unas elecciones primarias en las que votarán los ciudadanos que se hayan registrado y sondeos. Ambos procesos tendrán validez de 50 por ciento y posteriormente el 3 de septiembre anunciarán al responsable nacional de construir un Frente Amplio por México.
Tras el anuncio de la alianza opositora integrada por el PAN, PRI y PRD, los señalamientos de las corcholatas no se hicieron esperar y criticaron el proceso de selección al calificarlo como una simulación.
Mientras tanto, desde el Palacio Nacional, López Obrador arremetió contra la oposición al señalar a la “oligarquía” y a los “saqueadores” que apoyan a ese movimiento y prometió que este miércoles él anunciará al candidato opositor.
Bueno, son las cosas que se oyen en la 4T cuando el fin del sexenio se acerca y alguien trata de arrebatarle la agenda política al Presidente. Total, de resultados del gobierno federal, mejor ni hablamos.