A su salida de Palacio Nacional rumbo al Zócalo de la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue abordado por una mujer que violó la valla humana para exigirle que intervenga en el caso del gobernador de Baja California, Jaime Bonilla.
El Presidente salió caminando acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller para inaugurar la ofrenda monumental por el Día de Muertos.
Al término del evento regresó también caminando, pero una mujer empujó a las personas que mantenían una valla humana para acercarse al Presidente, aunque fue detenida por personal de la Ayudantía y elementos del Ejército.
"Sólo quería darle el oficio, ayer tomó posesión este señor", explicó la mujer que se presentó como Araceli Piña.
Cuando López Obrador se acercó a saludar al resto de las personas que lo esperaban, pidiéndole una foto o para entregarle documentos, la mujer gritó "¡Baja California sigue en la lucha!", a lo que él contestó con un "¡Sí, sí!".
Despúes se despidió tomándose una fotografía con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y afuera los manifestantes comenzaron a ser rodeados por un pequeño grupo de simpatizantes, quienes les cuestionaban por qué no se quejaron en otros gobiernos.
"No me amenace", le respondió uno de los manifestantes que grababa a sus dos compañeras, mientras hacían señalamientos como "Son panistas disfrazados", "No se quejaron con presidentes que ellos impusieron, los panistas", "El pueblo lo quiere así que podría hacer sus dos años y por ser de Morena vuelve a ganar".
Las bajacalifornianas argumentaron que lograron entregarle un oficio al equipo de López Obrador en el que le expresaron que "Bonilla llegó de una manera soberbia, irrespetuosa e insultante para los californianos porque echa abajo un proceso electoral que se decidió que fuera gobernador, sí, pero por un año ocho meses y él insiste por todos los medios en que sean cinco años".
Más tarde se tomó fotografías con las personas que lo esperaban en el camino, que le lanzaron porras y le gritaban "¡gracias, Presidente!".
Después de esto, el López Obrador descansará el resto del día y el fin de semana por Día de Muertos, por lo que viajará a Tabasco con su familia para visitar los panteones en los que se encuentran sus padres y sus hermanos.
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