El Consejo General del INE aprobó los lineamientos de los inéditos cómputos distritales de la elección judicial, que comenzarán al cierre de las casillas del 1 de junio y concluirían a más tardar 10 días después, que estarán en manos de los consejos distritales y no de los vecinos funcionarios de casilla, que prevé 24 escenarios para determinar la validez o nulidad de la votación y que resolverá de manera exprés la persona que esté haciendo el conteo.
Después de que el Tribunal Electoral avaló que por primera vez en los últimos 30 años de autoridades electorales autónomas, el sistema electoral mexicano rompa con la máxima de que la ciudadanía contará los votos de sus vecinos y vecinas en la casilla, pues ante la complejidad de la elección judicial se vuelve imposible, las consejerías del INE replicaron que las personas que integran los consejos distritales “también son ciudadanos” y la certeza se mantiene.

“Si bien en esta ocasión el funcionariado de casilla no realizará el conteo de los votos emitidos, seguirá siendo la ciudadanía quienes realicen ahora, a través de las y los integrantes de cada uno de los consejos, de los 300 consejos distritales, que vale la pena resaltar están integrados por ciudadanas y ciudadanos.
“Este órgano electoral es autónomo en su funcionamiento y sus miembros han demostrado con creces su imparcialidad y objetividad en el desarrollo de todas las actividades previas a la jornada electoral. La realización de los cómputos de la elección del Poder Judicial de la Federación se realizará con la misma probidad y profesionalismo de siempre”, dijo la consejera Norma Irene de la Cruz.
Mientras, la consejera Carla Humphrey recalcó que “tan ciudadanas y ciudadanos son las personas consejeras electorales distritales, como las y los funcionarios de casilla, con lo cual es falso que las y los ciudadanos no vayan a realizar el cómputo en estas elecciones, es decir, el cómputo será llevado a cabo por la ciudadanía”.
El consejero Arturo Castillo pidió a la ciudadanía confiar en que el cómputo será de manera profesional, imparcial y transparente, y señaló que “éste, es el modelo posible, el modelo posible ante una elección de enorme complejidad, sin precedentes, sin referentes, sin tiempo y sin dinero”.
Cada junta distrital tendrá tres grupos de trabajo. Una vez que cierren las casillas, que las boletas se dividan por colores según cada cargo y lleguen a las juntas, comenzará el cómputo definitivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A pesar de que la consejera presidenta, Guadalupe Taddei, ha declarado que la misma noche del 1 de junio dará resultados definitivos de la SCJN, los plazos aprobados por el Consejo General indican que el cómputo comenzaría desde las 18:00 horas del domingo pero podría concluir hasta el martes 3 de junio cuando se genera el acta del cómputo.
El miércoles 4 de junio se haría el cómputo de las magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial; el jueves 5, el de la Sala Superior del Tribunal Electoral, el viernes 6, de las Salas Regionales; del sábado al domingo, las magistraturas de circuito, y del lunes al martes 10, las juezas y jueces de distrito.
También establece que cada junta deberá transmitir en vivo los conteos para que la ciudadanía pueda vigilarlos y se hagan con transparencia.

Prevén 24 escenarios para determinar validez o nulidad de los votos
Los 24 escenarios que se propusieron para que las personas que estén en los cómputos distritales determinen de manera individual, si el voto es válido o nulo, generó controversia y división de opiniones en la mesa del Consejo General.
Primero, algunas consejerías no estuvieron de acuerdo en que los lineamientos rechazan la posibilidad de que en las boletas en las que haya dudas, se separen y sea el consejo en su conjunto el que determine si los votos son válidos o no, sino que será la persona que esté en ese momento contando, la que decidirá de manera unilateral y personal, si la boleta es o no válida, basándose en los supuestos genéricos del INE.
“En el caso de dudas sobre una boleta sería solo una persona y su criterio y no el del colegiado la que definiría la validez o no del voto. Desde mi perspectiva y entendiendo la complejidad del escrutinio y cómputo para este proceso electoral, considero que los lineamientos deben permitir que el pleno del Consejo Distrital resuelva en caso de dudas o incertidumbre, respecto a la validez o nulidad de algún voto.
“Y no que esta decisión quede en el ámbito personal e individual de alguna consejera o consejero distrital, en su calidad de integrante del grupo de trabajo”, criticó la consejera Claudia Zavala.
Uno de los escenarios más polémicos, son los que se refieren a cómo actuar ante la novedad de la boleta de que las magistraturas y juzgados de distritos están divididos por especialidades, con recuadros por colores que corresponden a cada una de las especialidades, pero con todos los nombres revueltos tras la negativa de la mayoría de dividirlos precisamente por especialidad.

Los criterios proponen que si el elector coloca en el recuadro de una especialidad específica, el número de una candidatura de una especialidad diferente, se cuente como válido para maximizar su derecho aunque se equivoque en la relación de colores.

Lo que el consejero Arturo Castillo rechazó junto con otras consejerías, al exponer que desde que se aprobó el diseño de la boleta él advirtió esos errores que en los hechos, debería de ser un voto nulo porque se está eligiendo en un espacio a una persona que no corresponde con esa especialidad.
“Si ya no importa que una persona ponga el número que corresponde a la especialidad uno en un recuadro del color de la especialidad dos y se va a considerar válido de cualquiera manera, todos los riesgos que yo advertí en aquel momento, pues simplemente siguen existiendo. En este sentido, pues yo no puedo votar a favor de esta regla en particular.
“Me parece que sí hay una diferencia, una discrepancia entre el registro numérico y la especialidad en la que se está colocando, el voto debería ser nulo por todas estas razones, no solamente porque no queda claro si se está votando o no por una especialidad, sino porque los riesgos aparejados a la posibilidad de concentrar votos por especialidad me parece que son gigantescos y de nuevo solicitaría nada más voto en particular para este criterio específico”.
Castillo fue insistente en que esto podría generar una concentración de votos por especialidad, sin que haya un voto equitativo ni se cumpla le número de votos por especialidad en cada boleta.
Otro criterio que rechazaron varias consejerías como Claudia Zavala, es que se permita que sean válidos todos los números de candidaturas que aparezcan en la boleta, sin importar si se colocaron correctamente en los espacios que indica la boleta.
“Pero yo me pregunto en los casos en los que, si van a votar cinco mujeres, cinco hombres en una boleta, y marca ocho mujeres y siete hombres, y que nosotros digamos: “Pues los vamos a tomar los primeros cinco”, ¿con razón de qué?”.

Mientras que la consejera Carla Humphrey no estuvo de acuerdo con que, si una boleta tiene números claros pero adicionalmente se escriba, por ejemplo: voto nulo; entonces la boleta se anule; pues ella consideró que para maximizar los derechos, debía privilegiarse la selección de números que hizo esa persona.
Por lo que el consejero Jaime Rivera consideró que “deberíamos considerar sin miedo, sin sentir rubor por ello, que cuando haya votos totalmente en blanco son votos nulos, por más que queramos ponerle un eufemismo.
“Cuando no haya ninguna marca válida a favor de ninguna candidatura, pues es voto nulo, equivale a voto en blanco y es nulo. O si no hay ninguna marca válida para ninguna candidatura y trae un garabato, sin duda es voto nulo”.
Sin embargo, con todos los criterios con votaciones divididas, se aprobaron 24 escenarios de votación que todavía deberá avalar el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación antes de que se capacite así a los consejos distritales encargados de hacer la votación única y definitiva de todos los cargos judiciales federales.
IOGE