Ya estamos caminando el 2021 y el entorno electoral en Nuevo León es un desmadre, pero del bueno. De esos donde empresarios, candidatos, ideólogos y caciques se están dando con todo cuando apenas va empezando este show y nosotros (los ciudadanos) los miramos con desconfianza. ¿Qué está ocurriendo? Lee con atención:
Lo primero es entender que a nivel gubernatura, la contienda se definirá entre Clara Luz (Morena) y Adrián de la Garza (PRI), porque traen el mejor posicionamiento estatal, la experiencia de gestión y el apoyo de sus estructuras. El PAN solo meterá ruido con Larrazabal y su único y real objetivo albiazul será controlar el Congreso. Alrededor de ellos coexistirá Samuel y su universo multifacético que sepa la madre a dónde lo llevará.
Entendiendo esto hoy, 7 de enero, el feudo en Escobedo está al borde de la insurrección porque ya dieron la orden desde Palacio Nacional que AMLO tendrá injerencia directa para decidir todos los candidatos. ¡Sí! Todos y echando por tierra las típicas negociaciones previas de muchos que ya se creían ungidos por los dioses locales. “Designaciones y compromisos con el Presidente”, la frase que ya encabronó al entorno que lidera Abel y que deberá reacomodar cuanto antes.
De este riñón también queda la gran duda sobre el futuro de Colosio. ¿Qué hará el benjamín? Guerra dio la orden de “proteger” al joven prospecto dando a entender que pudiera contender por Monterrey con Morena o seguir con MC y operar el voto útil para Clara desde su trinchera naranja.
Y ya hablando sobre Colosio nos metemos a su muy probable contienda con Cienfuegos por la alcaldía regia y lo debilitado que ha quedado por tanto manoseo. ¿Le alcanzará para derrotar a un PRI enraizado y con toda la maquinaria operando? No creo y la neta que debiera irse como plurinominal, aunque deduzco que los tentáculos de sus padrinos lo amarrarán como edil.
Duda que nos lleva al otro gran debate sobre las negociaciones a la hora de definir a los ganadores. ¿Dije negociaciones? Pues sí, esto es política, cabrones:)… y me asombraría que el PRI gane Nuevo León y Monterrey, o que Morena logre la misma gesta. ¿Morena en NL? Una odisea, pero que a la hora de los chingazos en el bastión regio pudiera decantar a los soldados de Paco por asegurar el municipio y soltar un Nuevo León que trae demasiados conflictos a cuestas.
Y si lo veo desde Morena hay que seguir las pistas presidenciales con el rol camaleónico de Poncho Romo, el protagonismo de Tatiana en economía y el versátil Waldo (nexo Basave-MC) como jefe de campaña de Clara en un escenario donde a ras de piso todo seguirá dependiendo de Abel Guerra.
¡Ah! Y la polémica sobre las “noticias falsas” y la guerra entre ideólogos está por destaparse con denuncias penales que encenderán estas primeras semanas del año. “¿Quieres más o te guiso un huevo?”, decía un amigo y creo que resume este buen desmadrito que se viene para una contienda electoral que será muy diferente de aquella fantasiosa panacea independiente que nos quisimos creer hace un sexenio.