Política

Conveniencia estratégica

“Primero los pobres” y sí, convenientemente se reproducen por millones en lo que va de esta administración.

La situación de las clases bajas de México no ha hecho más que empeorar y cómo no, a la luz de lo expresado hace unos días desde el atril presidencial.

“Ayudando a los pobres, uno va a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso a la transformación (o sea a mi gobierno), se cuenta con el apoyo de ellos; no así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad, entonces no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”

Más pobres, más votos, se traduciría en pocas palabras.

En los últimos cuatro años se han eliminado los programas sociales que existían, poniendo dinero en efectivo en manos de los ciudadanos, con una enorme derrama de dinero en dádivas, limosnas, becas o como le quiera llamar.

Se ataca incluso los deseos de superación de la gente, calificándolos de aspiracionistas, sin importarle la precariedad de la gente, ni su salud, ni su bienestar.

Resultado, el 43.9 por ciento de los mexicanos, alrededor de 56 millones, están en situación de pobreza, según los datos más recientes del gobierno (INEGI 2020), esto es 3.8 millones de personas más en pobreza desde el inicio de este sexenio.

El régimen que nos gobierna fue posible gracias a un discurso político construido con una retórica precisa y certera, que en cada frase electorera dio en el clavo en el ánimo y la mente de los 30 millones que con nuestro voto gritamos un ¡ya basta! a un sistema político podrido, hundido en sus desechos.

Una de estas frases repetida durante 20 años fue aquella de que “por el bien de todos, primero los pobres”, que, dicho sea de paso, se la copió a quien fue el gobernador de Tabasco, entre 1983 y 1987, Enrique González Pedrero.

Frases breves, directas que encajan bien en un discurso político seductor, pero que, en el caso de México, no pasan de ser eso: palabras huecas, sin hechos que las respalden.

Las cifras disponibles evidencian que las condiciones de vida de la población en México solo han empeorado. El principal aumento en la pobreza se dio entre la población más vulnerable, pues la pobreza extrema pasó a 10.8 millones en 2020, un incremento de 2.1 millones. Cierto, la pandemia hizo su parte, pero como publicó María Amparo Casar, aun cuando la política social está orientada a los más necesitados, “las intenciones del presidente no se han traducido en políticas públicas medianamente eficaces. La pobreza ha empeorado, la desigualdad también”.

Ahora, en la antesala de las elecciones en Coahuila y el Estado de México, el desgaste retórico es evidente, la falta de resultados, de igual forma. La rentabilidad política de la pobreza se ha convertido en una moneda de cambio devaluada por una transformación que seguimos esperando.

Paco Ramírez

@ramirezpaco

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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