La función de administrar es similar en todos los países, principalmente al referirnos a los temas de cumplimiento de las funciones constitucionales, como son los de servidores públicos, planificación, presupuesto, comunicaciones, capacidades de negociación y realización, archivos, entre otros. Varían la estructura orgánica y distribución de competencias.
Hoy se presenta un nuevo libro al respecto: “La Administración Pública Federal en México. Siglo XXI”, de los académicos Julián Salazar Medina y Juan Miguel Morales y Gómez, en el Instituto de Administración Pública del Estado de México (IAPEM) primer libro del Gobierno del Estado que dirige la Maestra Delfina Gómez Álvarez, y la Lic. Paulina Moreno García, Secretaria de Finanzas y Presidenta del Consejo Directivo del IAPEM. Esta obra es aportación académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México, que dirige la Dra. Laura Benhumea González.
Me alegra que se siga escribiendo y publicando libros del tema de mi vocación, siempre útiles para seguir aprendiendo. Cuando estuve a cargo del IAPEM pusimos su valioso acervo bibliográfico al alcance de todos los lectores interesados a través de la red de internet, donde se podrá encontrar este nuevo libro.
Este libro es un esfuerzo que para mostrar un balance de los cambios en la función de administrar de las Administraciones Federales de los gobiernos de Vicente Fox Quesada, de Felipe Calderón Hinojosa, de Enrique Peña Nieto y de Andrés Manuel López Obrador. ¿Cómo se ha configurado la Administración Pública Federal en los primeros gobiernos del siglo? Es la pregunta que se plantearon los investigadores responder en su investigación.
Tema recurrente entre los interesados en la Administración Pública Mexicana es el referido al Federalismo mexicano, que se balancea entre descentralización y centralización. Se aborda el presidencialismo y el parlamentarismo, las diferentes reformas, algunas llamadas “estructurales”, así como programas, principalmente sociales, que modificaron la Administración Federal, como la describen en sus capítulos de cada sexenio.
En el caso actual, se limita a los primeros cuatro años (2018-2023). Hoy mismo está proponiendo reformas constitucionales para la desaparición de los Órganos Constitucionales Autónomos, para reconcentrar las funciones asignadas, por la falta de resultados y ahorro de financiamiento. Como se puede confirmar, la combinación entre dirección gubernamental y funcionalidad muestra aciertos y errores, porque como dice el refrán: “hasta el mejor escribano echa un borrón” y luego cuenta nueva, nadie es infalible.