Se registra en México una tremenda modernización de las operaciones aeroportuarias.
En el centro de la transformación están los derechos de los usuarios y los intereses de las aerolíneas.
Sin duda, resulta fundamental realizar ahora los cambios necesarios —en las terminales 1 y 2 del actual AICM, que dirige Alexandro Argudín— que permitan operar eficientemente al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que está en construcción.
Por un lado observamos una intensa discusión y cabildeo en el Poder Legislativo en torno a la Ley de Aviación.
La iniciativa ya fue aprobada en la Cámara de Diputados y está siendo revisada en el Senado.
Analizan fundamentalmente temas relacionados con las demoras de las líneas aéreas y los derechos de los consumidores.
Se incluyen sanciones para las empresas de aviación y éstas, desde la Cámara Nacional del Aerotransporte, que dirige Sergio Allard, cabildean intensamente para impedirlas o por lo menos disminuirlas; o, como dicen ellos “ajustar y precisar” la iniciativa.
Veremos de “qué cuero salen más correas”, aunque la historia demuestra que las aerolíneas nunca pierden y los consumidores siempre pagan los costos, aun cuando se trate de medidas que presuntamente buscan beneficiarlos.
Por otra parte, está el dictamen preliminar sobre investigación a insumos esenciales en el mercado de la provisión de los servicios de transporte aéreo que utilizan el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de la Comisión Federal de Competencia Económica, que encabeza Alejandra Palacios.
El órgano antimonopolio ha puesto el dedo en la llaga al señalar la importancia del manejo de los slots (horarios de despegue y aterrizaje de los aviones).
El proceso está abierto, pero será muy importante para redefinir la competencia en la industria.
Con el mismo tema, está también la entrada en vigor del Slotix, que no es otra cosa que un sistema de gestión de slots.
Con ese sistema el AICM espera tener mayor eficiencia en el uso y asignación de slots; las aerolíneas temen las sanciones que se les impondrán y los usuarios podría saber de quién es la responsabilidad de las demoras.
Por su parte, el SAT, encabezado por Osvaldo Santín, avanza en la modernización y eficiencia de la revisión de equipaje en aeropuertos, para reducir las demoras por esa causa.
El propósito es pasar del modelo “aleatorio” a otro de “riesgo”; de aquél en el que por “suerte” se decidía a quién abrir el equipaje a otro con el que se revisarán todos mediante escáner.
Los aeropuertos son espacios operados en buena parte por empresarios que deben competir realmente y sus servicios deben ser lo más eficientes posible, para que los pasajeros obtengan lo mejor por lo que pagan y la terminal aérea eleve la competitividad de México.
Ojalá todas las piezas encajen. Al tiempo.
Saldos
El peso está subvalorado, dijo recientemente Agustín Carstens, gobernador del Banxico. Los hechos recientes lo demuestran. Este fin de semana lo mostró la elección en Francia.
Twitter: @marco_mares