Me refiero al dictamen de Pemex.
El gobernador del Estado actuó con firmeza, señalando que si no terminaban estas contaminaciones ambientales, había que clausurar la refinería y con ese encargo se fue a México a negociar el tema.
Los regiomontanos sabemos que la contaminación de la refinería no es vapor de agua, sino que son derivados del petróleo y más que ahora producen combustóleo, que es el más contaminante, por sus componentes orgánicos, azufre, dióxido de carbono, nitrógeno, ozono y todos los derivados que están minando nuestra salud, y yo no sé por qué hay discusión sobre ese tema; porque lo que se debe de discutir es cómo le hacemos para evitar que la refinería contamine. Y si no se puede, pues la salud es primero y hay que clausurarla.
Esto, mientras corrige sus errores de combustión y de producción de petróleo y de gasolina que, entre paréntesis, la que nos dan aquí es la peor de todas las que existen en el país, porque hay un defecto de manufactura. Y aunque Pemex señala que se trata de vapor de agua, hasta un niño ve que ese vapor sale negro, es decir, contaminación crónica.
Yo sigo apoyando al gobernador en términos de que la salud de los regiomontanos es primero y la contaminación, particularmente la de Pemex, debe combatirse de forma radical y me llama la atención que ahora se señala que la neblina negra y el olor pestilente son parte del proceso.
Esto me recuerda a Peñoles, que producía plomo en exceso y que generaba anemia y retraso mental. Igual estamos ahora, pues Pemex es un agente maligno para esta ciudad, porque no tiene los dispositivos y tratamientos necesarios para evitarla, amén de entregarnos gasolina de muy mala calidad, que nos contamina, igual que lo hacen las fábricas en forma nocturna.
O sea, la responsabilidad es de los carros, de las empresas, de las pedreras y sobre todo de Pemex, pero más que nada la responsabilidad es nuestra y como quien nos representa es el Gobierno, tiene que combatirla, pues la contaminación hace tontos a nuestros niños y el conocimiento depende de la salud cerebral, y si ésta no existe, tendremos una generación que no tendrá la misma capacidad de aprender que las normales.
Descartes: Pienso, luego existo… Lo que queremos es ver resultados y tratamientos.